-Un cortado… y una sonrisa por favor. La pausa intermedia, el tono de falsa súplica, la mirada esperanzada y la dulzura impuesta a la última frase, evidentemente no cumplen su objetivo. La flaca, primero se muerde el labio inferior mientras desvía la mirada a ninguna parte, para después preguntarme, seca, sin onda, casi diría que por obligación: -Azúcar o edulcorante? Su mirada, que salta de rincón a rincón del salón sin enfocar en ningún lado; su pose, altiva, con el torso hacia atrás, como tomando distancia; y sus brazos repentinamente…
Leer másEtiqueta: Cuentos
El presagio
-Che, Sanjua, traés a los chicos el sábado a la tarde a casa? Vamos a festejarle el cumple al Rodri. El Lechuza, compañero en la zaga central, habla bajo, como para que no escuchen los demás. Sentado en el extremo del banco de madera, se agacha para desatarse los cordones de los zapatos. Mientras abro mi bolso para sacar la ropa, pienso en su generosidad, pero a la vez en el potencial conflicto. -Uh, qué bueno! A qué hora, che? En la ducha, todavía queda algún flaco rezagado de algún…
Leer másWalter, vos también podes ser parte
De un juego de prode en la oficina, y sus rituales, al recuerdo de un momento imborrable.
Leer más…y pegue, Tano, pegue!
-Fecha FIFA. A quien carajo le importa la fecha FIFA, me querés decir? Los dedos mugrientos del tano Varlese (también conocido como Don Antonio, o Antonio sólo, así, a secas), refriegan los tomates seleccionados para darles brillo. -No te voy a negar que el viernes, abrí un cachito más tarde porque me enganché viendo el partido de Argentina. Pero que el Pirata haya tenido que jugar un amistoso con Unión La Calera, que ni siquiera fue transmitido, porque, por ejemplo, jugaban Senegal contra Uzbekistán, es una cosa de locos! Echa…
Leer másHasta que se salió la cadena
Dura la semana. Ya el domingo arrancó mal, con ese bendito viaje a Río Cuarto y el “come gato” de la Caminera. Dicen que están nada más que para recaudar. Yo digo que están para joderte la vida. Y como sea. Decí que soy tranquilo y me quedé en el molde. Otro hubiese salido a buscarlo por la ruta, y que sea lo que Dios quiera. Como digo siempre, por suerte, me sé controlar. Al lunes lo arranqué con entusiasmo. Algo me decía que esa noche iba a dar para…
Leer másToro y Pampa… y la Caminera
“En 50 metros, tome la salida a Avenida Vélez Sarsfield , y gire a la derecha en dirección a Ruta Nacional 36.” La gallega del GPS, anticipa la maniobra con asombrosa precisión. Cuando termina la frase, ya me encuentro sobre el carril que me sacará de la Av. Circunvalación. “Gire a la derecha en dirección a Ruta Nacional 36.” Esa precisión que estuvo ausente durante todo el partido del lunes pasado. Que horrible jugamos! Justo en el partido que teníamos que despegar! “Continúe por Ruta Nacional Número 36 durante 212…
Leer másPipo, que no se te hierva el agua!
Lleno la pava de agua, y prendo la hornalla para ponerla a calentar. Aún entre dormido y casi en penumbras, me apoyo de espalda en la mesada, con los brazos entrecruzados y la cabeza gacha, como si quisiera dormir 5 minutos más. Adentro de la casa todos duermen, y el silencio absoluto es interrumpido exclusivamente por el ruido del gas quemándose bajo la pava. Tendré una hora, o una hora y media, para mí. Cómo disfruto estar solo a la mañana! Sin esperar que me llegue el turno para el…
Leer másEl análisis de Don Nino
– A qué hora hay que ir? Llevo la coca? Don Nino, con su chaqueta bordó y la infaltable Bic atrapada con la oreja derecha, me hace la pregunta mientras me mira por encima del marco de los anteojos. La sonrisa que pretende ser cómplice, no hace más que agudizar el dolor, como si me revolviera las tripas con una cuchara. – No hay adonde ir. Son para pagar una apuesta. – Perdiste 6 botellas de fernet? Le apostaste a San Martín contra Boca? Decime que es una joda! –…
Leer másEl café, la apuesta y el bostero
La flaca, con más cara de culo que de muchos amigos, me deja el pocillo en la mesa y me pregunta si quiero azúcar o edulcorante. Nada, le digo. Al azúcar me lo prohibieron, y el edulcorante me deja gusto a mierda en la boca. Le pido el diario, pero creo que no me escucha, porque cuando termino de hacerlo, ya está acodada en la barra mirando el reloj de la pared. Me levanto y lo manoteo de mala gana de una mesa vecina. Cuando me siento nuevamente, me arrepiento.…
Leer másEl día que Osvaldo Soriano ganó 3 kilos de oro
En un castillo italiano, el escritor recibió la distinción más insólita de su carrera. Un conde alegre hizo de anfitrión pero la fiesta terminó de una manera muy extraña.
Leer más