Por Emmanuel Díaz Schlamelcher
Después de Tokio 2020, San Juan pasó a tener cuatro medallas olímpicas (la única hasta estos JJOO era la de Raúl Quiroga, en Seúl ’88) gracias al histórico bronce obtenido por la selección de vóley que integraron Bruno Lima, Matías Sánchez y Federico Pereyra, pero además hubo otra presea que también tiene sangre sanjuanina.
Es la conseguida por Germán Schulz (27) con Los Pumas 7s, el seleccionado de rugby que concretó en tierras niponas un gran trabajo realizado durante años. Si bien Germán nació en Córdoba, su madre, Vilma Pérez, es sanjuanina y por eso él siente un cariño especial por esta provincia.
Luego de subirse al podio en la capital japonesa y de celebrar junto a su familia en la provincia mediterránea, el wing formado en Tala habló en exclusiva con La Excusa Deportiva e hizo un repaso de su segunda participación olímpica, de su futuro y también de sus ganas de comer una punta de espalda en San Juan.
-Ya pasaron varios días desde la obtención del bronce olímpico, ¿Tomaste dimensión de lo que significa?
-Es una locura, desde el momento en que nos dieron la medalla no lo podíamos creer. Recién cuando llegamos a Argentina tomamos un poco de dimensión de lo que significa esta medalla.
-¿Pensaron en algún momento en que se podía ganar la dorada?
-Nosotros creíamos que sí se podía. Sabíamos que iba a ser difícil el partido con Fiji pero teníamos ilusión. Sin embargo, ellos dejaron demostrado que son los mejores y encima nos golpearon por todos lados aunque nosotros salimos a ganarlo (NdR: fue caída argentina por 14-26).
-¿Cómo fueron los momentos posteriores a esa derrota?
-Cuando terminó el partido con Fiji dijimos qur todavía podíamos lograr el objetivo que era ponerse una medalla y sabíamos que dependía de nosotros. No tuvimos mucho tiempo para ponernos mal por ese partido porque todos queríamos lo mismo y lo peleamos hasta el último. El partido frente a Gran Bretaña también fue muy duro, pero creo que al final salieron esas ganas y ese convencimiento para poder ganar (NdR: fue 17-12).
-¿Cómo tomaron el recibimiento de la delegación argentina al llegar a la Villa Oímpica?
-Fue tremendo. Estuvo muy lindo. En ese momento te das cuenta de que todos los deportistas argentinos tiramos para el mismo lado. Fue muy positiva la conquista de la medalla porque llegó luego de muchos cuestionamientos al rugby argentino.
-¿Y la bienvenida en Córdoba?
-Nosotros no estamos acostumbrados a esta exposición y cuando llegamos a Córdoba fue muy loco porque nos llamaron de todos lados. Fuimos al programa de Flaco Pailos, a la cancha de Belgrano. Eso nos ayudó un poco a dimensionar lo que logramos.
-¿Cómo calificás el liderazgo del entrenador Santiago Gómez Cora?
-Santi es muy bueno a la hora de manejar grupos. Trabajamos mucho y siempre sabemos que, puertas adentro, que haciendo lo que sabemos nos iba a ir bien. Santiago nos transmitió mucha confianza, mucha tranquilidad y el mensaje fue que ya habíamos hecho todo lo que teníamos que hacer para llegar a los Juegos Olímpicos, que solo quedaba disfrutar y dejar todo.
-¿Cómo viviste tu participación en Tokio, después de la experiencia en Río 2016?
-Disfruté mucho más estos Juegos, a pesar de haber estado en pandemia. Independientemente del resultado, soy más grande y ya tenía esa experiencia de haber estado en otra edición. De todas maneras, creo que la pandemia hizo un poco raros a estos Juegos Olímpicos.
Uno de los aspectos que tuvo mucha importancia es que todos los deportistas argentinos estábamos en el mismo edificio de la Villa Olímpica, porque en Río nosotros (el rugby seven) estábamos separados. En esta oportunidad fue y bueno cruzarte todo el tiempo con chicos de otros deportes. A Tokio lo disfruté y viví de otra manera.
–En la puerta de la Villa Olímpica de Río 2016 y ante La Excusa Deportiva, hiciste una promesa a la Difunta Correa si ganabas una medalla, ¿En Tokio repetiste el pedido?
-Esta vez no hice promesas, pero tengo muchas ganas de ir a San Juan porque siempre la pasamos bien. Mi primo Ezequiel Pérez, por parte de mi madre, es fanático del deporte y hablamos casi todos los días, por eso también tengo una visita pendiente. De paso, quiero comerme un asadito con una punta de espalda.
-¿Cuál es tu futuro deportivo?
-Estoy en Tala pero desde hace tres años no jugamos. En estos últimos días aproveché para ir al club y pasar un tiempo. El próximo mes vuelvo a entrenar con la selección de seven y arranca un ciclo nuevo, pero hay incertidumbre con algunos torneos, que no se sabe si se hacen o no.
-Algunos de tus compañeros en Tokio fueron convocados por Mario Ledesma para jugar en Los Pumas, ¿Vos mantenés esa ilusión de volver al seleccionado de rugby XV?
-Estuve en el 2017 y precisamente tuve la oportunidad de jugar en San Juan. Pero hoy por hoy soy realista de que hay muchos jugadores más jóvenes y en un gran nivel. De todos modos, uno siempre labura para jugar donde le toque, pero por ahora disfruto mucho de estar en el seven.