Martín Alaniz sueña con ser campeón y que su hijo lo vea jugar

Sportivo Del Carril avanza a paso firme en la Copa de Campeones. Y si bien todos en el club saben que resta un tramo largo, la esperanza permanece intacta. Luego de una primera fase complicada, el partido de ida frente a San Miguel terminó en victoria 1 a 0 y ahora van por la vuelta en Albardón.

Martín Alaniz, goleador del equipo, habló de todo con La Excusa Deportiva. «Yo empecé a jugar en el departamento San Martín, en la escuelita de San Isidro. Hice inferiores en Alianza y pasé a San Martín, estuve hasta la cuarta. También jugué el Federal C con Peñaflor y volví al Lechuzo para el federal B. Pasé por Del Bono, Villa Obrera y 9 de julio y ahora jugando la Copa en Del Carril», contó el futbolista de 32 años para repasar su carrera.

‘Tincho’ define al torneo como «muy importante con equipos difíciles». «Nosotros tenemos un equipo con muchos jóvenes, con muchas ganas. La primera ronda nos costó un poco porque tuvimos muchas lesiones, pero pudimos clasificar. Hoy estamos más afianzados y confiando siempre en nuestras armas», añadió.

Según señaló, el grupo humano es excelente. «Estamos en un club muy humilde que se brinda al 100% con todos. Los mejor que me pasó en este deporte fue salir campeón con carril y viajar con el plantel de primera división de San Martín, cuando hicieron pretemporada en Tandil. El DT era Lavallén», recordó.

De todas formas, hay un recuerdo terrible que lo marcó a fuego: la muerte de un compañero cuando disputaban un partido. «Tuve la mala fortuna de jugar un encuentro en la Liga Albardon – Angaco, donde un compañero falleció cuando jugábamos para el Club Deportivo Social y Cultural Angaco», contó.

El episodio trágico ocurrió el 23 de noviembre de 2008. Iban 11 minutos del primer tiempo cuando un defensor de Paso de Los Andes intentó rechazar la pelota con una media chilena. Sin embargo, la patada impactó de lleno en el pecho de Mauricio Fernández. Tras el golpe, el jugador se levantó, pero se desplomó y no volvió a incoporarse.

Hincha de Boca, Martín fue papá de Lorenzo hace sólo dos semanas y sueña con locura que el pequeño pueda verlo jugar.

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