Fueron de los que apoyaron al equipo y cumplieron cuando el entrenador Marcelo Méndez dispuso que ingresaran en determinados pasajes. Matías Sánchez y Federico Pereyra celebraron con una euforia total , como todos los jugadores y los integrantes del cuerpo técnico, cuando Argentina venció 15-13 a Brasil en el quinto y definitorio set, que valió que Argentina vuelva a subirse a un podio olímpico, como en 1988.
Matías Sánchez aseguró que «no puedo explicar lo que siento. Esto es algo increíble. Hicimos las cosas de forma perfecta y nos llevamos el partido ante un Brasil que también venía a buscar medalla. Esto tiene un lugar extra en cualquiera de nosotros».
En tanto, Pereyra reconoció que «es un logro que venía soñando hace mucho tiempo. Muy contento por el equipo en general. Esto no tiene nombre, una medalla olímpica es lo que todo deportista sueña y a partir de ahora todo este grupo vamos a ser familia. Nos costó el alma conseguir esto y finalmente se nos dio».
