Obras, una cantera inagotable de aportar jugadores a los Juegos Olímpicos

La inclusión de Matías Sánchez y Bruno Lima en la Selección Argentina de Voley agiganta aún más el fenómeno de Obras Sanitarias de San Juan. La institución que se fundó en noviembre de 1937 con la natación como deporte “madre” y en 1968 dio inicio con el voley, convirtiéndose en la disciplina estrella en sus casi 83 años de vida, vuelve a dar qué hablar en unos Juegos Olímpicos.

Los voleibolistas estarán juntos por primera vez en una cita olímpica y el nombre de Obras vuelve a cobrar fama mundial. Lima ya fue convocado en Río 2016, pero para el armador será su estreno en el evento deportivo más convocante e importante del mundo. De compartir entrenamientos en la pileta del club de calle 25 de Mayo a defender la camiseta de la Selección Argentina en Tokio. Así podría definirse la historia que protagonizan este par de amigos, frutos de una cantera inagotable de buenos jugadores.

Matías se inició en Obras cuando apenas tenía 5 años. Desde chiquito estuvo muy involucrado al club por sus padres Rodolfo “Yeyo” Sánchez, exentrenador, y su mamá María Eugenia, actual presidenta de la institución. El caso de Bruno es similar, pues arrancó en el voley con seis años. Ambos compartieron entrenamientos, viajes y torneos de pequeño; y ahora, de grande, vivirán juntos nada menos que una experiencia llamada Juegos Olímpicos

Pero no serán los únicos. También está Federico Pereyra, de gran trayectoria en el vóley nacional e internacional. El opuesto sanjuanino también tuvo un paso memorable, en lo personal, por Obras. Si bien se inició en la UVT, con la “Gotita” debutó en la Liga Argentina cuando apenas tenía 15 años.

La lista de promesas que se convirtieron en realidad de la mano de Obras y llegaron a unos Juegos Olímpicos no tiene precedentes en Argentina. En 1984 los primeros en llegar a unas olimpiadas fueron los sanjuaninos Raúl Quiroga y Leonardo Wiernes, convocados para estar en Los Ángeles. Ambos integraron una generación gloriosa del voley nacional, ya que antes de esa cita lograron el tercer lugar en el Mundial de 1982 que se disputó en Argentina. En 1988, ya sin Wiernes como compañero, Quiroga logró la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Seúl, convirtiéndose también en el máximo artillero del equipo en esa edición.

Otro de los hijos pródigos de Obras y que tuvo el privilegio de ser parte de unos JJ.OO es Rodrigo Quiroga, sobrino de Raúl e hijo de Daniel “Nito” Quiroga, quien fue pieza ilustre del voley y un referente del club sanjuanino. El receptor punta estuvo en Londres 2012, edición en la que fue compañero de Pereyra. Jorge Elgueta y Alejandro Spajic también dejaron su huella en Obras y en unas olimpiadas.

El orgullo de dos referentes

“Lo de Obras es una costumbre. Es el club que más jugadores le ha dado a la Selección Argentina. Decir voley, es decir Obras”, señaló Raúl Quiroga, quien se deshizó en elogios para con el club que le abrió las puertas de pequeño y le permitió alcanzar la gloria al participar de dos Juegos Olímpicos.

“No es nuevo. Antes que llegáramos nosotros ya habían surgido otros jugadores que, si bien no llegaron a unos Juegos, pasaron por la Selección Argentina, como Richard Aguiar y Alicia Aguiar, entre otros. Se creó un movimiento de pertenencia, le dimos un vuelco al incluir jugadores de Obras en el combinado nacional”, agregó Quiroga.

Leonardo Wiernes coincidió con su excompañero y comentó que el club siempre “tomó al deporte como una responsabilidad profesional”. “Obras tiene la cantera más importante del país por lejos. Siempre ha aportado jugadores. Que hoy veamos tantos chicos que salgan no es casualidad, para nosotros es una causalidad”, apuntó.

Para el exvoleibolista y entrenador de Obras la pileta y el compromiso dirigencial fueron claves para fortalecer la cantera. “Siempre se habló en todo el país del voley de Obras. El jugar en un espacio abierto, con tinglado ahora, y el entrenar en una pileta, siempre llamó la atención. Sobre todo, porque de ahí surgieron jugadores aguerridos y predispuestos al deporte. La única razón clara de este fenómeno siempre fue la dedicación y la pasión que le poníamos al voley”, cerró.

Sanjuaninos en los Juegos Olímpicos

Fernando Amador Giménez (Munich 1972/ciclismo); Raúl Monserrat, Alfred Bridge, Roberto Roldán, Diego Allende, Raúl Monserrat, Diego Allende, José Luis Páez, Guillermo Herrmann, Roberto Roldán y Alejandro Rodríguez (Barcelona 1992/hockey sobre patines); Raúl Quiroga (Los Ángeles 1984 y Seúl 1988/voley); Leonardo Wiernes (Los Ángeles 1984/voley); Marta Orellana (Atlanta 1996/atletismo); Jorge Elgueta (Atlanta 1996/voley)); Alejandro Spajic (Sidney 2000 y Atenas 2004/voley); Pablo Tabachnik (Sidney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008/tenis de mesa); Rodrigo Quiroga (Londres 2012/voley); Federico Pereyra (Londres 2012 y Tokio 2020/voley); Bruno Lima (Río 2016 y Tokio 2020/voley); Gonzalo Tellechea (Londres 2012 y Río 2016/triatlón); Viviana Chávez (Río 2016/atletismo); Gonzalo Molina (Río 2016/BMX); Candelaria Herrera (Tokio 2020/voley); Fernanda Pereyra (Tokio 2020/beach voley); Agustín Bugallo (Tokio 2020/hockey sobre césped); y Matías Sánchez (Tokio 2020/voley).

Fuente: Tiempo de San Juan

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