Belén Pérez Maurice, asumirá dentro de unos días en Tokio 2020 su tercer desafío consecutivo en unos Juegos Olímpicos, representando a la esgrima argentina, que ya consiguió subirse al podio a lo largo de la historia en una ocasión.
La esgrimista bonaerense, de 36 años e hija de un caucetero, participará en su tercera cita olímpica, luego de haber concursado en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016. Pero en esta ocasión debió asumir un certamen clasificatorio para ingresar dentro de las 32 aspirantes a medalla del sable femenino.
Así, la oriunda de San Nicolás, doble medallista Panamericana, intervino en el Preolímpico del continente americano que se llevó a cabo en mayo pasado en San José, de Costa Rica.
En pleno Centro América, Pérez Maurice se hizo el camino en base a triunfos y derrotó en la final a la venezolana Alejandra Benítez (exministra del Poder Popular de Deporte en Venezuela y subcampeona Panamericana en Santo Domingo 2003 y Guadalajara 2011), por 15-6.
«Resultó la clasificación más difícil de todas. Siempre se cambiaron las fechas de los torneos y eso generaba ansiedad y tensión. La pandemia (del COVID-19) complicó todo», sostuvo la bonaerense, apenas conseguido el pasaporte para la cita en la capital japonesa.
«Lo primero que sentí cuando clasifique a los Juegos fue alivio, porque lo único que valía para clasificar era ganar el Preolímpico», aseguró Pérez Maurice a radio San Nicolás (AM 1430), una vez alcanzado el objetivo, allá por mayo último.
Con su actuación en Tokio, a partir del lunes 26 (empezarán las preliminares del sable individual femenino), la nicoleña igualará una pequeña marca entre las esgrimistas mujeres de la Argentina: junto a Alejandra Carbone (que concursó en Atlanta 1996, Sydney 2000 y Atenas 2004) tendrá participación en tres JJ.OO.
Pérez Maurice, que obtuvo la medalla de plata en los Juegos Panamericanos Lima 2019, es entrenada por su novio, Lucas Saucedo, quien está a cargo de los seleccionados argentinos masculino y femenino de sable, desde el 2007.
La esgrima aportó una de las 74 medallas que la Argentina logró a lo largo de la historia de los distintos Juegos Olímpicos. Ocurrió en Amsterdam 1928, cuando el Seleccionado Nacional masculino conquistó la presea de bronce en florete.
Ese equipo estuvo conformado por Luis Lucchetti, Raúl Anganuzzi, Roberto Larraz y Héctor Lucchetti.