Pablo García, el joven futbolista que aprendió a jugar en la calle y hoy sueña con ascender

Es zurdo, hincha de River y admirador de Fernando Gago. Con 24 años, la pandemia lo obligó a tomar una dura decisión. Dejar, al menos por ahora, una de sus grandes pasiones para dedicarse por completo a la otra. Pablo García jugó toda su vida al fútbol pero la crisis económica causada por el coronavirus lo dejó sin ese gran amor. De todas formas, siguió despuntando el vicio con el fútsal y ahora sueña con lograr el ascenso con Andacollo, el club en el que la rompe actualmente.

“Empecé jugando en Centenario Olímpico de 9 y al pasar el tiempo pasé a jugar de 5 o rotaba en los puestos del medio. Después tuve un breve paso por Peñarol, dejé un tiempo y fui a jugar a Colón Junior. A ahí aprendí muchísimo, lo esencial para ser un buen mediocampista. Siempre estaba predispuesto a prender. Y Racing, un club afiliado a la Liga de Albardón, me dio la chance de volver a jugar», dijo en diálogo con La Excusa Deportiva.

«Tuve que dejar por problemas personales, económicos, que tienen mucho que ver con esta pandemia. Creo que a los que practicamos este deporte nos afecta, quizás a otros menos y a otros mas. Fue básicamente por el tema de la alimentación, así no se puede rendir al cien», agregó García.

Recordando sus inicios, Pablo contó que no fue a una escuelita de fútbol porque su gran aprendizaje llegó por otro lado. «Vengo de de la Villa Centenario, donde hay buen fútbol y aprendí mucho de las personas que me llevaban a jugar y en la calle con los picaditos», indicó.

En cuanto a la importancia de Colón en su vida, señaló: «aprendí a pararme en la cancha, a correr lo justo y necesario, a girar en ambos perfiles que era algo que no hacía, empecé a manejar los dos pies, a utilizar más la derecha… se me hacía todo más fácil. En ese entonces lo tenía a Roberto Rodríguez, alguien que me marcó mucho futbolísticamente».

Pese a la tristeza de no poder seguir jugando al fútbol, es el fusal lo que lo mantiene entero. «Estoy desde hace 2 años en Andacollo y mi nivel fue subiendo de a poco. Hoy por hoy si mejoré futbolísticamente es gracias a ellos. Desde el primer momento que me llamaron me bancaron y me trataron bien, me apoyaron mucho para que pueda tener un buen nivel futbolistico, ya que no tenía un buen estado físico desde ese entonces. Apostaron por mí y espero devolver un poquito de todo lo que me dieron. Increíbles personas conocí en ese lugar», añadió y no dudó al momento de revelar su gran sueño. «Mi meta es ascender con Andacollo a la A», concluyó.

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