El seleccionado argentino Sub-20 realizó hoy una práctica liviana y regenerativa con los futbolistas que no jugaron y sumaron pocos minutos contra Nueva Zelanda en la fría tarde sanjuanina, mientras espera por el rival del próximo miércoles por los octavos de final.
El equipo dirigido por Javier Mascherano, quien estuvo acompañado por su hijo Bruno, de 6 años, se entrenó en una de las canchas auxiliares del estadio Hilario Sánchez de San Martín de San Juan con una temperatura inferior a los diez grados y un fuerte viento.
La práctica comenzó pasadas las 15:30 bajo las órdenes del preparador físico Pablo Blanco, quien trabajó con los futbolistas que no jugaron y los que sumaron pocos minutos en la victoria del viernes ante Nueva Zelanda (5-0) con la que se cerró la participación en el grupo A.
Los jugadores presentes fueron Alejo Veliz, Valentín Barco, Máximo Perrone, Juan Gauto, Agustín Giay, Mateo Tanlongo, Valentín Carboni, Matías Soulé y Tomás Aviles.
El resto del plantel estuvo con tareas de recuperación con hielo y kinesiología.
Los dos arqueros suplentes Nicolás Claa y Lucas Lavagnino se entrenaron a un costado junto a Mauro Dobler.
Para combatir el frío, Mascherano se prendió en el «loco» de la entrada en calor y pasó un momento divertido junto a sus dirigidos.
A unos metros del entrenador, Bruno, su hijo menor, peloteó con un integrante de la delegación.
A partir de mañana, el plantel completo volverá a entrenarse con normalidad y con un panorama más claro del posible rival de octavos de final.
El conjunto nacional, líder invicto del grupo A, enfrentará a uno de los mejores terceros proveniente del grupo C, D o E.