Tiene 23 años y una grave lesión puso en jaque su carrera. Sin embargo, a fuerza de perseverancia y garra, no bajó los brazos y volvió. Más fuerte que nunca, con el firme objetivo de lograr el ascenso con su querido Defensores de los Andes y de esa forma dejar el ascenso para jugar en la primera del fútbol local.
Jair González comenzó a correr detrás de la pelota siendo muy chico. «Tenía 4 años y mi papá me llevaba a la escuelita de San Martín. Estuve un año y me fui a Los Andes, se llamaba escuelita Modelo, porque quedaba cerca de donde vivo. Luego en inferiores pasé a Centenario Olímpico y ahí fui al banco de primera una vez», recordó el volante central en diálogo con La Excusa Deportiva.
El padre de Jair jugó mucho tiempo en Colón Junior, por lo que decidió llevarlo al Merengue. «Fui y jugué en cuarta. Por distintas cuestiones tuve que dejar, por la escuela y además me rompí los ligamentos de la rodilla y no pude seguir. Estuve dos años parado y después de esa lesión grave que tuve volví a jugar en Colón. En 2019 apareció otra vez Defensores de Los Andes que renació como club y me llamaron. Yo me formé acá, vine y llevo tres años», dijo.
El joven asegura que el fútbol es un deporte que ama. «Es mi vida, en mi familia lo es todo, es algo que disfruto, todo lo que me ha dado ha sido bueno y tengo planeado hacerlo toda mi vida. Lo mejor fueron las amistades, los amigos de adentro de la cancha son para toda la vida. Hay momentos tristes, pero son parte de este hermoso deporte», señaló.
Jair pudo salir campeón en el Mundialito de Trinidad, un sueño que siempre tuvo de pibe. Ahora, el objetivo pasa por otro lado. «Quiero poder jugar en Primera A, yo juego en la B. Es algo pendiente, quiero llegar a cumplirlo, sé que lo voy a lograr. Después seguir escalando», agregó este fanático de Boca, al que define como «el único grande».
«Juego de 5 y de volante interno o por fuera. Soy un generador de juego, armador, soy tranquilo de mente, de pie, con buena técnica, me gusta jugar como se hacía antes que se agarraba la pelota, la parabas y tocabas», contó.
«Mi ídolo es el mejor de la historia, Messi. Y en mi posición mis referentes son Iniesta y Xavi, me identifico con ellos. Los veo en videos de cuando jugaban en el Barcelona, me encanta, me siento muy identificado con su estilo», añadió el volante central.
Para finalizar, Jair no ocultó su sentimiento hacia Colón, club en el que jugó su papá y en el que su hermano está próximo a debutar. «Soy simpatizante y cuando puedo voy a ver los partidos», concluyó.