Lo tengo que admitir, no soy ese fanático que hoy dejó su familia, su trabajo y se fue a alentar al Granate, sino que desde mi humilde posición aquí en Santa Lucia , San Juan, con una sonrisa en mi rostro y mi corazón que late fuerte, festejo este triunfo, como en aquella final de la COPA SUDAMERICANA 2013 que nos alzamos con el campeonato. A partir de ese título es que soy un seguidor nato de este club y estos colores que humildemente van dejando su huella con cada alegría que cosechan y expanden a cada rinconcito del país esa pasión, que aquí en San Juan se hace sentir y la siento como tal, festejando hoy 31 de octubre esta hazaña que el Granate hizo ante su público en La Fortaleza.
Esta fecha queda grabada en la piel. Una hazaña lograda en heroica remontada en condición de local que hizo Lanús por Copa Libertadores ante River, clasificando a la final tras vencer 4-2 en un partido que iba perdiendo 2-0.
Reconozco que cada segundo que pasaba se convertía en nervios desesperantes: acá en casa solo porque soy el único hincha de Lanús, lo viví minuto a minuto. Los primeros instantes fueron fatales porque River salió a comerse el rival y esto me ponía muy nervioso, pero a la vez con la tranquilidad de que estos jugadores iban a revertir esta situación, que finalmente fue así, y ahí luego poder desatar esta alegría que tenía guardada dentro mío y que no la podía sacar. Cuanto tiempo hacía que no teníamos una alegría como la que vivimos todos los hinchas del Grana, y dejando afuera nada más ni nada menos que a River Plate. Feliz de la vida, festejando este 31 de octubre que pasó a ser inolvidable.