Jessica Fox es considerada como la mejor piragüista de todos los tiempos gracias a sus 10 títulos mundiales y en estos Juegos Olímpicos se coronó con dos medallas, una de oro en canoa de eslalon y otra de bronce en kayak. Fue justamente en esa última prueba en la que necesitó de todo su ingenio para meterse en el podio además de su increíble habilidad.
La australiana de 27 años mostró en sus redes sociales que en la competición tuvo un percance con su kayak cuando una parte interna se rompió y parecía que no habría solución. Si bien podía seguir compitiendo, el daño podría lastimarla ya que el roce de la piel con esa parte de la embarcación es constante, por lo que un miembro del equipo intentó repararlo.
Al ver que la situación se complicaba y el arreglo no funcionaba, optaron entonces por probar algo único y le colocaron un condón al sector dañado. “Apuesto a que nunca supieron que los preservativos pueden usarse para reparar kayaks”, escribió en su cuenta de Instagram en la que compartió la imagen del momento de la improvisación. “¡Le da al carbono un acabado suave!”, bromeó más tarde.
Lo cierto es que esa solución casera sirvió para que pudiese seguir compitiendo y en esa prueba se quedó con el bronce. Dos días más tarde, ganó su primera medalla de oro olímpica en piragüismo en la modalidad de eslalon al superar a la británica Mallory Franklin, quien se llevó la plata, y Andrea Herzog de Alemania, que obtuvo el bronce.
“Tanta emoción, tanta alegría, tanta acumulación en este momento. Es simplemente increíble”, declaró Fox tras alcanzar la gloria en Tokio. “Estaba soñando con eso y realmente creía que estaba dentro de mí, podía hacerlo, pero nunca se sabe lo que va a pasar en los Juegos Olímpicos. Se trata de mantener los nervios y probablemente no lo hice muy bien en el kayak un par de días antes, así que fue difícil llegar a este punto, pero ha sido increíble hacer lo que hice hoy”.
Fox, de 27 años, había ganado el bronce en kayak slalom a principios de semana, luego del bronce en los Juegos de Río 2016 y la plata en Londres cuatro años antes. “No puedo creerlo. Estoy muy orgullosa de estar aquí hoy en la categoría C1 femenina y estoy muy orgullosa de todas las mujeres que han corrido aquí y han sido parte de este momento”, agregó la atleta que hizo campaña para garantizar que las mujeres estuvieran representadas en Japón en esta categoría que estuvo cerca de ser eliminada.
“(Estoy) agradecida con todas las mujeres, todos los entrenadores, todas las personas que presionaron por la igualdad de género en nuestro deporte”. El slalom de canoa masculino hizo su debut en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972, pero luego se abandonó antes de ser reinstalado en Barcelona en 1992 y ha sido un elemento permanente desde entonces.