Ama la camiseta y la defiende con locura. Son los colores que lleva en la sangre desde chico y eso no se negocia. Hizo las inferiores en Sportivo Los Berros y si bien jugó en otros equipos, se desvive por su Verde querido. Lucas Manrique es volante central, pero no cualquiera. No se define como el típico rústico ‘raspador’, sino que le tira más el juego elegante.
Lucas supo ser refuerzo de Defensores de Boca en la Copa de Campeones y la última edición la disputó vistiendo la camiseta de San Martín de Cañada Honda. También jugó en Sportivo Cienaguita. Con apenas 24 años, tiene muchos referentes en el fútbol, pero Sergio Busquets y Pirlo son una debilidad.
Con respecto al 2020 que pasó, en el que la pandemia por coronavirus impidió siquiera entrenar durante gran parte del año, Lucas decidió ver el vaso medio lleno. «Creo que fue un año bastante bueno, al fin pude lograr llegar a una final de copa, antes había perdido dos semifinales, una con mi club y otra con Cienaguita, pero este año se dio con el León. Éramos un equipo muy humilde y logramos llegar a esa final, no la pudimos ganar, pero siempre con ese consuelo de saber que adentro se deja todo», resaltó. De todas formas, espera que este 2021 sea «un año excelente para todos».
«Me considero un jugador muy disciplinado, apasionado por hacer lo que me gusta y algo tranquilo también, con buen trato a la pelota», dice intentando autodefinirse.
Como muchos clubes de la provincia, por el momento no retomaron las prácticas, pero eso no le impide soñar. Y lo hace a lo grande. «Me gustaría ganar con el Verde y tener revancha en la Copa de Campeones», reflexionó.