No importa que llegue el súper fin de semana largo de 6 días, Ramiro Leyes no se aparta de su rutina. El flamante campeón argentino K1 en la categoría profesional 64,5 kilogramos retomó este lunes sus estrictas sesiones de entrenamiento, enfocado en los próximos objetivos: una pelea por el título panamericano WFMC con fecha tentativa para junio y, previamente, combatir en mayo en Chile en muay thai (boxeo tailandés).
Todavía están muy frescos los recuerdos del último logro del joven de 20 años, el viernes 15 de marzo pasado en el ‘Julio Mocoroa’, cuando se impuso en la final del Super 4 Profesional al también sanjuanino Kevin Gómez, en fallo unánime que significó llevarse tanto el título argentino como una verdadera ovación del público, que también alcanzó a su contrincante por el espectáculo que brindaron en los 4 rounds.
Directamente fue un momento inolvidable, como lo definió su padre, mentor y entrenador, Alejandro Leyes, quien comenzó a practicar kung fu a los 6 años y luego incursionó también en el kick boxing, full contact y vale todo, entre otros deportes de lucha. Por eso, Ramiro ya tiene un record de 31 peleas ganadas, 8 perdidas y 4 empatadas.
Así, luego de un poco más de una semana de descanso reparador, Ramiro dio vuelta la página y comenzó el lunes a las 6,30 con el entrenamiento, que consiste en correr, gimnasio y luego técnica. Además, trabaja en el gimnasio familiar.
Sabe que los éxitos alcanzados significan hoy la vara para ir a buscar otros. Nuevamente la preparación sin ´permitidos’, volviendo a pasar por la experiencia de llegar al peso indicado, que en su caso significa ‘cortar’ más de 8 kilos de su peso. Esto ya significó por ejemplo buscar la deshidratación, sin dejar de entrenar, durante un día, previo a un pesaje.
Su próximo desafío, previo al combate por el Panamericano WFMC , será en Chile en muay thai, el deporte de contacto que combina golpes de puño, codos, piernas, rodillas y pies. Esta disciplina adquirió buena reputación para beneficio de la salud personal, pero un combate es extremadamente rudo. Y Ramiro lo vivió en carne propia. En su última pelea terminó con un diente quebrado, dos costillas fisuradas y un corte en la cabeza.
Eso también forma parte para que el compromiso deba ser completo. Seguir entrenando seis días a la semana y descansando los domingos. Sin importar si es feriado, haga frío o calor.