Una locura total. Y no es para menos. Una final que quedará para la historia. Un 3 a 3 épico, lleno de emociones y con un enorme condimento que es verlo a Messi levantar la copa del mundo.
Por eso los festejos fueron largos y tendidos. Fueron 36 años de sequía. Y tantos que ya no están en este plano que no vieron campeón a la Selección argentina.
Apenas 5 minutos después del penal de Montiel que decretó el campeonato del mundo empezaron a llegar sanjuaninos a la Plaza 25. Bien merecido.