Aún sonriente por lo conseguido hace días en Nantes, Francia, el ciclista sanjuanino Gonzalo Molina ya está de regreso en su tierra natal. A fines de julio, el sanjuanino corrió la gran final del Mundial de BMX y finalizó en el cuarto lugar, siendo el mejor resultado de su carrera deportiva.
A sus 27 años, quien se formó en el Club Bicicross San Juan está viviendo un gran momento. Se puede notar cómo disfruta del post campeonato del mundo, pero también enfocado en los desafíos venideros.
Porque la temporada 2022 viene siendo muy exigente para Chalo y toda la Selección Argentina de esta disciplina. Sus próximos compromisos serán el Panamericano en Santiago del Estero y las cuatro fechas restantes de la Copa del Mundo en Bogotá. Todo esto entre principios de septiembre y octubre.
A continuación, un compilado con sus principales declaraciones
Sobre su logro histórico en el Mundial de BMX: “La verdad que ya estoy de nuevo con los pies sobre la tierra. Un poco cayendo en lo que fue este resultado a nivel mundial. Y disfrutándolo a mil, estoy muy contento. No sé cómo explicarlo. Es volver a caer en tierra después de este gran logro.
Sobre las emociones que vivió desde esa semana mundialista en adelante: “Recuerdo esa final como si hubiese sido ayer. En ese primer momento, apenas crucé la línea, fue como que me quedé helado. No sabía qué pensar y qué sentir. Porque durante la competencia viví muchas emociones. Y no tanto en el resultado. Después de unas horas, comencé a pensar que era el número 4 del mundo. Después de tanto esfuerzo y años de pelear por eso. Sólo sonreía. Y luego de unas semanas, luego de ese 31 de julio soñado, lo sigo disfrutando. Pero ese resultado me pone nuevos objetivos. Ya estoy en este nivel. Tengo que ir por más. ¿Por qué no? Ahora a por nuevos sueños que consideraré objetivos.
Sobre la repercusión de la Selección Argentina que lo acompañó en el Mundial: “Apenas terminó, estuvimos aislados de todos. Porque cada selección tiene su box. Y nosotros estábamos en la de Argentina. Estaban los demás compañeros y los entrenadores. Todos disfrutando del logro. Pero lo que más me marcará para toda la vida fue compartir ese momento con mi hermano más chico (Franco Molina, de categoría junior). Lamentablemente a él no le fue muy bien en el Mundial. Pero que él llore, me abrace y se alegre por mi resultado, fue algo que queda clavado en el corazón. Compartirlo con tu hermano fue un muy lindo momento”.
Sobre la comunicación y apoyo de su familia durante el Mundial: “Eso fue muy importante el apoyo de la familia. Sentir ese aliento a pesar de que si te va bien o te va mal. Por suerte siempre los tuve. Y también ellos lo vivieron como loco. Me enviaban fotos y audios todos llorando de la emoción. Porque ellos saben del esfuerzo que vengo haciendo en estos años. Y lo que hice en este último tiempo para lograr este objetivo. Los mensajes de toda mi familia, mamá y papá, con esa alegría que no se compara con nada”.
Sobre las competencias que se avecinan en la temporada: “Todavía vienen buenas competencias en esta segunda mitad del año. Ahora en un mes aproximadamente, tenemos el Campeonato Panamericano en Santiago del Estero (10 y 11 de septiembre). Y el objetivo ahora es ser campeón Panamericano. Ya me lo había propuesto antes. Y ahora más luego de este Mundial. Después de eso, a fines de septiembre, principios de octubre, comenzará la clasificación olímpica con las fechas de la Copa del Mundo en Colombia. La idea será arrancar de la mejor manera. Y afianzar este logro, que es ser uno de los ocho mejores del mundo. Estar arriba peleando por más títulos. De mantenerme en finales y ser constante con estos resultados. Y a las semanas de esas fechas, tendré los Juegos Odesur, en Asunción, Paraguay. Ya estuve en dos ediciones. Fui tercero y segundo. Y ahora iremos a pelear por el oro”.