Fabricio Cabañas brilló en Pico y obtuvo su segundo ascenso en menos de un año

Pico de La Pampa está de fiesta. El básquetbol pampeano también. Este jueves, en una ciudad que respira básquet por los poros hasta en invierno, en los crudos fríos pampeanos y secos, ahí donde la escarcha es un espejo congelado a temperatura ambiente, Pico Football Club escribió otra de sus hermosas páginas deportivas. Como en los noventa, cuando irrumpió en el concierto nacional en la misma sintonía que Sportivo Independiente.

En el equipo campeón brilló el alero sanjuanino Fabricio Cabañas, quien llegó como refuerzo y fue vital para el logro. También estuvo Marcelo Piuma y ambos consiguieron el segundo ascenso en menos de un año, ya que el último 16 de agosto festejaron con Jáchal Básquetbol Club.

En un Parque Ángel Larrea que tuvo gente hasta en los escalones (algunos hasta dicen que se numeraron para poder venderse), este gran equipo que es PFC derrotó 73-71 a Provincial de Rosario y fue víctima del síndrome del Larreazo. Es que al igual que El Biguá de Neuquén, Unión de Mar del Plata, River y Presidente Derqui, se rindió a los pies de un estadio que más que estadio terminó siendo una fortaleza inquebrantable. El Decnao no perdió ninguno de los diez juegos de playoff que tuvo que afrontar en casa. Esa localía es la que, en definitiva, lo llevó a obtener el ascenso, a subir las escaleras al cielo de este deporte.

En cancha, lo que pasó fue la segunda partida de ajedrez que, como el miércoles, lo tuvo a Pico moviendo piezas blancas. Pero en esa batalla de estrategas entre Marcelo Germanetto y Gustavo Lalima, fue el visitante el que mejor movió. Y, en este juego de estrategias, Pico se sintió avasallado, casi sorprendido.

Con Guido Mariani como estandarte, Provincial se distanció a 7 (18-11) a 1m32s para el cierre del parcial inicial. Pico no encontraba respuestas, cambiaba sus defensas, demoraba en llegar a los ajustes y perdía terreno en esta carrera decisiva. El 21-14 ponía las cosas claras.

Demoró en entender que qué estaba moviendo el equipo visitante. Y Pico enrocó sus piezas, le dio la responsabilidad de Piuma y el rey, en la noche de su quinto ascenso, no falló. Con un triple suyo (terminó con 22 puntos), Pico Football pasó al frente a 8m32s y luego tomó distancia de 26-21. Era el mejor momento del local de la noche.

Sin embargo Mariani se desmarcó, como en toda la noche, la pidió, midió y anotó. Primero un triple, luego un doble para sacar cinco 37-32.

En la reanudación tras el descanso largo, Provincial jugó su mejor básquetbol de la serie. Todo fluía, Vicente Garello dominaba el juego interior, Quiroga anotaba y Pico se perdía en su desconcierto. Tuvieron que pasar dos minutos y medio para que el mejor de la noche, Augusto Rossi, aportara los primeros dos puntos del cuarto en una de sus clásicas corridas.

Pero el conjunto santafesino estaba en control de juego. Defendía muy bien, sobre todo en el juego interior, y evitaba la salida en velocidad, arma que Pico usó tan bien en la Liga. Así tomó una distancia de 8 (51-43) y la noche pareció hacerse tempestad cuando el cuarto se cerró 59-52.

El convencimiento

Los últimos diez minutos fueron los consagratorios. No solo por la victoria, sino por la capacidad de Pico de sacar adelante un juego que parecía complicado. Un triple de Rossi y una gran asistencia para Del Ponte que depositó suavemente, como una lágrima, metieron al Decano en juego: 60-59 y tiempo muerto de Lalima.

Provincial le dio la responsabilidad de gol a Pablo Fernández y Pico dejó que tuviera ese peso ofensivo. Hasta que fallara. Cuando eso ocurrió, Pico no perdonó. Rossi aportó dos libres mientras la policía trataba de calmar los ánimos visitantes.

En una pelota clave, Garello perdió ante la doble marca de Piuma y Del Ponte y con cuatro de diferencia (72-68), empezó a cantar bajito.

Mariani fue a la línea, descontó y en la posesión larga, Pico se enredó en el traslado; Provincial tuvo el empate y la victoria en la bola, pero movió mal. Y cuando en situaciones in extremis y con el tiempo muriendo, la posibilidad de un mate está latente.  Eso pasó cuando Quiroga le cometió falta a Rossi y el patagónico de Esquel tomó la pelota y lo gritó. Ahora sí, con un coro estable de feligreses que acompañaron desde el minuto uno este sueño del que nadie quiere despertar.

Síntesis:

Pico Football Club 73: Augusto Rossi, 17; Facundo Eberhardt, 9; Agustín Bualó, 13; Marcelo Piuma, 20; Elías Del Ponte, 10; Fabricio Cabañas, 4. Entrenador: Marcelo Germanetto.

Provincial de Rosario 71: Gerbaudo, 4; Pablo Fernández, 8; Guido Mariani, 20; Renzo D’Amari, 2; Matías Quiroga, 10; Vicente Garello, 22; Federico Pérez, 5. Entrenador: Gustavo Daniel Lalima.

Parciales: 14-21, 20-16, 18-22 y 21-12.

Estadio: Parque Ángel Larrea de General Pico.

Serie final Conferencia Sur: Pico FBC 2 – Provincial de Rosario 1.

Fuente: El Diario de La Pampa

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