Emerson Fernández deja La Patroncita para jugar en el Alicante de España

De la tranquilidad y la paz de Valle Fértil, al trajín intenso y acelerado con el que se vive en el primer mundo. Así de rotundo será el giro en la vida de Emerson Fernández, el pibe de 23 años que pasará de jugar en “La Patroncita”, en su Valle natal, a Alicante, en la segunda división de la Liga Española. El sanjuanino se sumará el 10 de enero para realizar 68 días de pretemporada junto al plantel profesional.
Humilde, perseverante y todo un luchador. Así podría definirse a “Pico”, como lo conocen todos en La Patroncita.

El vallisto viajará el 3 de enero rumbo a Córdoba para emprender el viaje a Europa, su nuevo destino.

El defensor central perdió a su mamá en abril de este año. El golpe anímico fue bajo pero gracias al contacto de un amigo y a la relación de amistad que existe entre ese club vallisto y Desamparados, consiguió venir a Puyuta unos meses para entrenarse con el plantel de la Local y, de paso, despejar la mente. “Fue un sueño cumplido”, comenta. Un tío de Pocito lo albergó pero por las noches comenzó a jugar en San Roque de Albardón. “Me pagaban y con eso ayudaba a mis tíos”, agrega. Fue ahí que se enteró de una prueba para jugadores de categorías 1995 a 2001 que hacía “Essere Pro”, una academia de formación de futbolistas en Córdoba. Motivados por su entusiasmo, sus tíos Ricardo y Angi lo llevaron hacia la provincia mediterránea y el pibe se probó durante cuatro días entre 133 chicos de todo el país. 

“Quedara o no, ya era otro sueño cumplido. Fueron entrenamientos de doble y triple turno que yo jamás había hecho y por suerte quedé entre los 16 seleccionados”, manifiesta el capitán de “La Patrona”. 

La empresa cordobesa que se encarga de entablar vínculos con clubes españoles se encarga de todo: sacar los pasaportes, los pasajes y la estadía en Alicante. El 3 de enero Emerson deberá estar en Córdoba y de ahí viajará al Viejo Continente. “Pico” bromea que será la primera vez que suba a un avión y que no sabe si en Europa se toma sopa o no, pero deja las risas y se pone serio porque sabe que encarará quizás el desafío más importante de su vida. Conoce bien que en esos tres meses de adaptación estará la clave para su continuidad o no en el club español: “Será difícil porque será un país con costumbres diferentes y sé que voy a extrañar, pero le prometí a mi mamá que pelearía por mi sueño de ser futbolista y voy por eso”, expresó.

Fuente: Diario de Cuyo

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