Sentado en la tribuna oeste del Club Serpentario, acompañado de su mamá Viviana, Alan no perdía de vista la práctica del plantel profesional de Sportivo Desamparados. Callado, un poco tímido, no le sacaba la mirada a los futbolistas que hasta ese momento solo había visto por redes sociales o escuchado por alguna que otra radio. Tampoco conocía la cancha, ni ninguna otra de la Ciudad. Estaba feliz.
Alan presenció la última práctica del equipo antes de enfrentar a Cipolletti por el Torneo Federal A. Estaba acompañado también de Soledad Sánchez, la presidenta de la Comisión Verde y Blanca, que ya lo había visitado antes para donarle alimentos, útiles escolares y juguetes. Esta vez, el grupo solidario lo sorprendió con una visita al corazón del Barrio Patricias Sanjuaninas.
Después de los trabajos generativos, el plantel superior, con los referentes Lucas Ceballos y Matías Garridos a la cabeza, invitaron al joven albardonero al centro del campo de juego. Allí lo saludaron y conocieron más de la historia de Alan, el nene que perdió sus dos pies después de ser arrollado por un tren en la localidad de La Cañada. Hubo aplausos y puñito, en una clara muestra de afecto.
Al finalizar el encuentro, el presidente de la institución, Juan Valiente, le obsequió al chico una camiseta de Desamparados. La primera para él, pero no la última. «De ahora en más soy un hincha más. Quiero venir a la cancha, estar en la tribuna. Estoy muy contento con el gesto», expresó un poco tímido Alan.
Fuente: Tiempo de San Juan