Quizás Matías Sánchez fue el más conmovido por el recibimiento que sus familiares y amigos le dieron en San Juan, luego de ganar la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio. Y fue, sobre todo, por volver a ver a abuela Orfilia y a su hermana Belén.
«Mucho de lo que soy es por ellas. Siempre les dedico todo de mí», expresó Matías con los ojos llenos de emoción, y agregó que «esperábamos este recibimiento, por eso nos aislamos una semana en Buenos Aires».
Al describir el logro obtenido en tierras niponas, el armador surgido en Obras dijo que «es algo increíble ver a toda mi familia y a la de Bruno (Lima), es un momento grandioso. Realmente fue tremendo lo que hicimos hicimos, tanto los jugadores como el cuerpo técnico».
Por últimó, se refirió a las «clases» de música electrónica que le brindó su amigo Bruno durante el aislamiento. «Él sabe tocar, pero no salieron muchos temas. Creo que más adelante lo podemos lograr», finalizó entre risas.
Foto: Diario de Cuyo.