El seleccionado argentino masculino de handball se despidió de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 sin haber sumado una victoria y, en el partido frente a España, el hecho trascendente fue el retiro de dos emblemas: Gonzalo Carou y Sebastián Simonet.
La participación de Los Gladiadores en Tokio fue analizada para La Excusa Deportiva por Federico Millán, exjugador y presidente de la Federación Sanjuanina de Handball, quien destacó la reducción de la brecha entre Argentina y las potencias europeas.
Por Federico Millán
El balance del handball argentino en estos Juegos Olímpicos es positivo. Hay que tener en cuenta que a Los Gladiadores les tocó una zona de extrema dificultad, con Francia, Alemania, Noruega y España, más Brasil. Los primeros cuatro equipos son top mundial junto a Dinamarca.
Creo que sacando el partido con Brasil, el balance es positivo porque hubo encuentros muy buenos con Francia y Noruega. Se jugó un buen handball con rachas y momentos importantes. Con España también hubo pasajes interesantes.
La selección argentina venía con algunos jugadores que llegaban al final de su carrera, de hecho se retiraron en los Juegos Sebastián Simonet y Gonzalo Carou. Además, se encontró con la lesión de Federico Pizarro, un jugador muy importante y, sobre el partido con Brasil, la de Diego Simonet. Entonces, todo lo que empezó bien se volvió cuesta arriba.
Con Francia el partido fue muy bueno, con Alemania también. Hubo resultados cortos. Y con Noruega, fue uno de les mejores partidos que jugó la selección. Este desgaste, más las lesiones, influyeron en el encuentro con Brasil, en el clásico, al que no llegaron de la mejor forma algunos jugadores y eso repercutió en el resultado teniendo en cuenta también la heroica remontada de puntos.
Hay que entender que el handball es un deporte amateur en Argentina y así se llegó a un tercer Juego Olímpico consecutivo. Este es el análisis que hay que hacer. Es muy positivo para este deporte. Creo que la pandemia complicó la planificación del equipo y cuerpo técnico y hasta pudo haber influido a la hora de saber si se podía aspirar a clasificar de fase.
Insisto en que el balance es positivo porque cada vez se esta más cerca del nivel europeo y las potencias ya no nos ganan por diez puntos, tan solo es una diferencia de tres o cuatro.
Ahora viene una etapa de recambio de varios jugadores y hay que seguir con el trabajo y la proyección en la búsqueda de nuevos talentos en todo el país, con el objetivo de continuar lo realizado por este plantel. Queda un gusto amargo por los resultados, pero hay que empezar a pensar en París 2024.