«Estoy muy contento por volver a estar en San Juan, con nuestra gente. Fue mucho tiempo el que pasé afuera y extrañaba a mi novia Mariana, a mi familia y también a mis amigos», fueron las primeras palabras de Bruno Lima al arribar a la Catedral luego de celebrar la conquista de la medalla olímpica en su provincia.
El opuesto nacido en Obras dijo que «todavía no caigo, creo que nunca vamos a caer porque es increíble lo que hicimos en Tokio y la verdad que cuesta mucho entenderlo».
Luego, Bruno reconoció que «la parrilla no se va a poder esquivar en estos días» y explicó que él fue el profesor de su amigo Matías Sánchez durante el aislamiento en Buenos Aires. «Mezclamos un poquito (de música electrónica) y seguramente cuando dejemos el vóley nos vamos a poner con eso», contó entre risas.
Por último, el máximo artillero de los Juegos Olímpicos anticipó que la semana que viene volverá a Buenos Aires para sumarse nuevamente a la selección argentina que jugará el Sudamericano en Brasil (del 1 al 5 de septiembre) y que luego viajará a Francia para incorporarse al Nice, su nuevo club.