El apoyo de su papá es fundamental y lo repite cada vez que puede. Es que el hombre es un pilar fundamental en su vida para poder hace eso que tanto le gusta. Daiana Montaño tiene 23 años y es karateca. Lo practica desde que tenía sólo 7 años y luego de varias medallas y trofeos debió abandonar. Sin embargo, la pasión era fuerte y regresó con más fuerza que nunca.
«Comencé con esta disciplina con el profesor Fabio Olivera. A los 13 años salí campeona en Catamarca, a los 14 dejé, a los 16 años fui mamá y recién hace dos años retomé con el profesor Yonatan Ramos. Gané el primer torneo con él, fue virtual, hice un kata y me quedé con la medalla de oro», contó en diálogo con La Excusa Deportiva. «Hace unos días también competí en Mendoza, ahí gané dos medallas de oro», agregó. Daiana ama el karate, deporte al que también recurre para defensa personal.
La joven trabaja de moza, vende ropa y también bijouterie. «Con mucho sacrificio y ayuda de mi papá logré salir adelante con mis hijos. Los días que entreno, él me cuida mis hijos para que yo pueda asistir a mis entrenamientos. Me apoya muchísimo, me incentiva siempre, hacer este deporte que es lo que más me gusta», sostuvo.
«Al salir de entrenar vuelvo a casa y hago mi rutina. Estoy con mis hijos, los ayudo con las tareas y al día siguiente me levanto temprano para llevarlos a la escuela», dijo con respecto a sus pequeños de 4 y 7 años.
Daiana entrena los lunes, miércoles y viernes en el Dojo Cesap, bajo el mando de la Federación Sanjuanina de Karate, cuyo presidente es Jorge Videla. «Para mí el karate es una disciplina a la que muchos consideran un simple deporte, pero transciende esa realidad porque se necesita mucha concentración y amor para que cada movimiento sea fluido», concluyó.