En este último tiempo, el coronavirus ha impactado negativamente en las patologías cardiovasculares y los más afectados fueron los deportista de alto rendimiento. Un claro ejemplo fue lo que sucedió el pasado sábado al futbolista danés, Christian Eriksen, quien sufrió un paro cardíaco en pleno partido.
Señales a tener en cuenta
En principio, son clave una serie de señales para activar el protocolo y actuar a tiempo. Una de ellas es el desplome sin contacto. Si un jugador se desvanece sin haber tenido ningún golpe previo, ya sea con otro futbolista, con la pelota o con un obstáculo, el hecho debe interpretarse como un paro mientras no se demuestre lo contrario.
Otra señal es la inconsciencia e insensibilidad, es decir que el futbolista no responde a ningún tipo de estímulo físico o verbal. Un tercer indicio es la respiración irregular o inexistente. El jugador que sufre un paro respirará normalmente durante 90 segundos, y pasado ese lapso su respiración será jadeante hasta que se interrumpe.
Finalmente, también puede darse una breve fase espasmódica o de movimientos mioclónicos, que no deberán confundirse con espasmos ya que podrían demorar el diagnóstico y la reanimación.
Cómo actuar
Si se desploma un futbolista o un árbitro en el campo de juego hay que acercarse a atenderlo inmediatamente, ya que el tiempo es un factor crucial en esta situación, de manera que los médicos no necesitan la autorización del árbitro para ingresar a la cancha y hacer su trabajo.
Allí hay que comprobar si el futbolista no responde; recostarlo boca arriba, teniendo siempre mucho cuidado con el cuello y llamar a los servicios de emergencias para que acudan cuanto antes.
Es obligatoria la presencia de un desfibrilador automático en todos los terrenos de juego. El mismo cuenta con una grabación que va dando indicaciones, para que pueda ser utilizado por cualquier persona en caso de que no se encuentre alguien capacitado para dicha tarea.
Mientras una persona se encarga del desfibrilador, se debe empezar cuanto antes con los ejercicios de reanimación cardiopulmonar y no detenerlos hasta que sea estrictamente necesario, porque serán lo que mantenga con vida al paciente
Los servicios de urgencias pondrán en práctica técnicas de cardiología avanzada. En muchos torneos, en caso de producirse un paro, el equipo médico a pie de campo se encargará de realizar todas estas acciones, que fue lo que sucedió este sábado en Dinamarca.
La FIFA destaca que responder a tiempo duplica y a veces triplica las posibilidades de supervivencia. El uso del desfibrilador durante los 120 primeros segundos de un paro cardiorrespiratorio puede incrementar la probabilidad de supervivencia hasta un 100 por ciento.
El deporte sanjuanino está sufriendo las complicaciones de este virus. Cada vez son más los atletas locales que se contagian y vuelven a la actividad sin realizarse los estudios pertinentes del corazón, algo que podría derivar en una “muerte súbita”. Según detalló el cardiólogo sanjuanino, Sebastián Lerga, “el 80% de los pacientes que presentan un cuadro grave de COVID-19, sufren secuelas cardiovasculares. No así en los pacientes que transitan el coronavirus más leve, de igual modo es recomendable hacerse un electrocardiograma”.
En este sentido, según un relevamiento en 50 clubes e instituciones deportivas de la provincia, solamente 7 cuentan con un desfibrilador (el 14%). Esta es una herramienta electrónica portátil que diagnostica y puede ayudar a restablecer el ritmo cardíaco cuando una persona sufre un paro cardíaco.
En los clubes de fútbol, solamente San Martín cuenta con el dispositivo. Uno en el Hilario Sánchez y otro en el complejo Emmanuel Mas. Por su parte, la mayoria de los clubes de Rugby posee uno en su establecimiento, tal es el caso de SJ Rugby, La Universidad y Huazihul.
Mientras que en el ámbito del Básquet, Vóley y Hockey la realidad es muy diferente. Solamente UVT, UPCN y Ausonia son considerados clubes cardio protegidos.
Fuente: Telesol.