Algunos deportistas que integran el programa de Alto Rendimiento heredaron la pasión de sus padres. Aquella que se transmite de generación en generación o que corre por la sangre de una persona, algo difícil de explicar y entender para aquellos que no la tienen. A esto hay que sumarle una transmisión de valores que no tienen precio, como motivación, garra, sacrificio, apoyo incondicional, perseverancia, competencia sana, entre otros.
Frases como “mi papá me apoyó en todo siempre”, “heredé su pasión”, “me incentivó siempre a que haga deporte”, “el deporte es pasión de familia”, “mi papá me enseñó y me transmitió valores para ser mejor persona”, nos dejan en esta nota deportistas que integran el staff de la Secretaría de Deportes.
Un padre es un pilar fundamental en todas las actividades que realice su hijo, y el deporte no es la excepción. Tanto en los buenos y principalmente en los malos momentos, es un sostén principal y el responsable de marcar el camino correcto.
Uno de los casos más conocidos en la provincia es el de la familia Persia. Ya son cuatro las generaciones de pilotos con ese apellido. Fernando Persia comenta como sus hijos Ariel y Fabricio heredaron la pasión por el automovilismo, siendo actualmente pilotos de Top Race.
“Tuve la suerte de venir de una familia ligada al automovilismo, mi papá corría y fue uno de los fundadores de la Asociación Sanjuanina de Volantes. Eso se reflejó a mis hijos, Ariel nació en el año 1978 y cuatro años más tarde empecé a correr. Él siempre me acompañó al taller y le gustó el ruido desde mis inicios, me acompañaba a las carreras. Empezó a incursionar en el automovilismo a los 14 años, un día llegué al taller de Ramón Reina (mi preparador) y le había armado un Fiat 600 para que corra en el Estadio Abierto del Parque de Mayo. Nunca lo obligué a que corra, al contrario él solo se inclinó por este deporte por lo que mamó. Fabricio al principio era un poco reacio al automovilismo, le gustaba más el fútbol pero después me acompañó a las carreras y también fue a un prueba junto a su hermano Ariel al autódromo “El Zonda” Eduardo Copello y ese hecho lo terminó de ligar a este deporte, que es pasión de familia”.
En el ámbito del deporte motor también hay otro apellido donde la herencia deportiva se transmitió a la perfección. Tal es así que el motociclista Santino Sabattini sigue los pasos de su abuelo Orlando y su papá Gastón. El joven sanjuanino corre en el Superbike Argentino y Campeonato Sanjuanino de Velocidad.
“Mi papá siempre me apoyó en todo, a los tres años empecé en este deporte ya que me compró una Kawasaki 50cc. También probé en un karting 110cc pero me di cuenta que las cuatro ruedas no era lo mío. Luego me compró una moto Guerrero 110cc y me incentivó a que practique este deporte que él ya había practicado y que es pasión de los Sabattini. Mi abuelo también corrió y fue preparador, heredé la pasión por el motociclismo. Pudimos ir adquiriendo experiencia y en base al sacrificio llegamos a competir en el Superbike Argentino. Mi papá es único, le agradezco todo lo que me brinda”, contó Santino.
Cambiando de actividad deportiva, hablamos de los Vargas. Los nadadores sanjuaninos siguen la pasión de su papá Carlos, quien practicó este deporte y los llevó desde edad temprana a una pileta.
“Mi papá fue nadador, empezó desde muy chiquito en Obras Sanitarias y a los 18 años se fue a estudiar a Córdoba, pero siempre realizó este hermoso deporte. Tuvo participaciones nacionales e internacionales. Cuando nosotros éramos chiquitos nos llevó por hobbie a la pileta porque es el deporte que ama, pero desde ese día no nos pudo sacar más. Se transmitió la natación de generación en generación. A medida que fuimos subiendo de nivel o categoría nos motivamos más, él siempre nos acompañó y el deporte nos brindó valores, nos hizo ser mejores personas y le tengo que agradecer mucho a él”.
La hockista Victoria Del Carril fue incentivada por su papá Guillermo para realizar una actividad deportiva. “Mi papá practicó muchos deportes como rugby, hockey sobre césped, fútbol y paddle. Me motivó siempre a que haga deporte grupal, me va a ver siempre, me apoya, es muy lindo sentir que tenes una compañía tan grande”.
Guillermo opinó al respecto y contó “nunca fui muy bueno en los deportes, pero siempre me gustaron mucho, el deporte es salud. Siempre les inculqué a mis hijos que hagan deporte y les gusta mucho. Mi apoyo hacia Vicky es incondicional, con todas las actividades que haga. Siempre la voy a ver, trato de estar con ella y cuando no le va bien tiene todo mi apoyo. Quiero que siempre haga su pasión y sea feliz con lo que hace”.
Esta es la historia de deportistas que heredaron la pasión de sus padres, baluartes para que sus hijos realicen estas actividades y claros ejemplos de personas que inculcan valores en el ámbito deportivo.