Desde que se concretó la ansiada final, en Angualasto no se habla de otra cosa. La posibilidad de consagrarse campeones de la Liga iglesiana los desvela, no los deja dormir. Hay nervios, pero también mucha confianza en un plantel que logró lo que parecía muy difícil de conseguir: disputar el partido definitorio para determinar cuál equipo será el mejor de la temporada en el norte de la provincia.
En ese contexto, Renzo Torres transcurre sus horas. Es el lateral izquierdo de Falucho y no ve la hora de que llegue el gran encuentro. «La final del sábado frente a San Martín es especial para nosotros, ya que se llegó de manera sorpresiva. Pero para nosotros no fue sorpresa porque ese siempre fue nuestro objetivo. A este equipo lo define la humildad y la pasión por la camiseta, creo que somos justos finalistas. Siempre con perfil bajo, pero consiguiendo grandes cosas», dijo el joven de 22 años en diálogo con La Excusa Deportiva.
Renzo comenzó a jugar al fútbol siendo muy pequeño. «Cuando tenía 6 años mi viejo empezó a llevarme a las canchas para ver los partidos que el jugaba. Ahí empecé a practicar este hermoso deporte. Recuerdo que mi mamá me ponía en penitencia y mi viejo a escondidas me sacaba y me llevaba a las canchas… Entrenaba con él, me enseñó los primeros pasos en el fútbol, me inculcó todos sus conocimientos. Siempre recuerdo que me decís que podía llegar lejos», señaló con el pecho inflado y para dejar en clara la admiración que siente por su padre agrega: «mi único ídolo y referente es mi viejo, no hay otro».
Hincha de Boca, se define como un jugador que siempre trata de «dar lo mejor de mí y siempre ser el mismo, con humildad. Gracias a Dios me tocó pasar por otros equipos de Iglesia y siempre defendí la camiseta de la misma manera que hoy defiendo mis colores».
Hace 14 años que Angualasto no llega a una final, por eso este partido es tan especial para el pueblo. Sin embargo, para Renzo, todavía lo es aún más. Es que tiene pensado que sea su último partido como futbolista. Pese a su corta edad, su futuro prometedor y su amor por la redonda, quiere dedicarse exclusivamente al estudio.
«Mi sueño es ganar el sábado ya que será mi último partido con mi club y mi carrera corta de futbolista seguro termine ese día. Estoy en el ejército Argentino y me iré a la escuela de suboficiales a estudiar la carrera militar», indicó.
El gran choque entre Falucho y San Martín de Rodeo se jugará desde las 15, en cancha de San Lorenzo.