Melisa Mercado, toda una vida ligada al básquet de la mano de un amor incondicional: su familia

El Club Atlético Sanjuanino Junior tiene una característica que lo hace muy especial. Es un club familiar, del que todos se enamoran. Esos en los que llegás y no te querés ir más. Melisa Mercado, de 31 años, dedica sus días a jugar al básquet en el club. Lo hace desde que tenía 7 y no imagina su vida sin seguir ligada a los colores que tanto ama. Es que desde muy pequeña fue aprendiendo a querer la ‘naranja’, incluso cuando apenas la podía tomar entre sus manos.

«Heredé esta pasión primeramente de mis abuelos maternos, Miguel Narváez y Nicolasa Cabello. Ellos vivían en frente del club así que pasábamos todo el día ahí y más aún cuando mi abuelo fue cantinero. También de mis tíos y mi mamá, que ahora juega en la categoría categoría maxibasquet», dijo la joven en diálogo con La Excusa Deportiva.

Melisa no duda en afirmar que para ella el básquet es «es amor, pasión, es tener ganas de entrenar todos los días, es querer jugar, competir y seguir aprendiendo. Y lo hace aún mejor compartirlo con mi familia. Actualmente en la primera de Sanjuanino juego con mi hermana y primas y el presidente es mi tío», agregó.

El club fue fundado el 10 de agosto de 1935. Ubicado sobre calle Zonda e Ignacio de la Roza, Frente al supermercado Walmart, actualmente, la comisión directiva está encabezada por Sergio Narváez. «Es un club muy familiar, de muchas anécdotas, de gente muy buena, solidaria, donde todos tiran para el mismo lado y quieren verlo crecer», señaló Melisa.

Según contó, el Sanjuanino Junior siempre se destacó por el básquet femenino aunque también se practican otras disciplinas. «Hoy también hay básquet masculino de 6 a 20 años. Ahí soy entrenadora junto con tres colegas más: Andrea Castro, Juan Castro y Federico Vallejos. Y categoría Primera en ambos sexos, también cuenta con la disciplina bochas», indicó.

«Yo empecé siendo muy chica, gracias a mi mamá que me llevó a practicarlo. Me gustó, día a día iba aprendiendo y pasaba horas ahí, casi todo el día. Jugábamos torneos, viajábamos, hacíamos amigos que aún siguen. Con el paso de los años seguía entrenando, ganando experiencia, aumentaba mi gran amor por el básquet», comenta con mucho orgullo y emoción.

En 2014 quedó embarazada de Benjamín, su único hijo. Esa fue la única vez que estuvo alejada de las canchas. Pero en cuanto pudo, volvió. «Hasta el día de hoy no puedo ni quiero dejar este deporte. Me hace feliz, juego en Primera, mis compañeras son: Romina Mercado, Gabriela Figueroa, Silvana Narváez, Rosa Merchán, Andrea Castro, Mabel Sánchez, Silvia Sánchez, Gabriela Contreras, Tamara Díaz, Paola Hinojosa, Victoria González y Sandra Rodríguez», concluyó nombrando a todas, para demostrar que el club de Rivadavia es mucho más que un club.

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