De un pueblito en Jáchal, a disputar mundiales en diferentes partes del mundo. El ajedrecista Roman Herrmann cierra un gran 2018 en lo deportivo; luego del último Panamericano disputado en Panamá, el jachallero se abocó directamente a los estudios.
“El 2018 arrancó con muchas expectativas, luego de jugar el mundial el año pasado. La idea era repetir lo que venía realizando y tratar de mejorar los resultados, sobre todo en el Mundial y en el Panamericano”, comentó Roman, quien previo a ello tuvo grandes actuaciones en certámenes locales. De 5 torneos, consiguió 3 primeros puestos, entre los que se destacan torneos en Chile, Mendoza y Córdoba.
Su experiencia mundialista fue el toque distintivo, ya que su labor fue superadora: “Mejoré muchísimo mi participación, ya que salí dentro de los primeros 20, cuando el año pasado quedó fuera de los 50 mejores. Además en el mundial Blitz culminé en 7mo lugar, lo que fue todo un logro en lo personal”
El crecimiento en el desempeño del mejor tablero sanjuanino se debió a las mejoras en los entrenamientos y el apoyo del Gobierno: “Esto mejoró por la ayuda de un maestro internacional de Córdoba que trabajo en equipo con su amigo y colega, Juan Marson; pero también por el apoyo constante de la Secretaría de Deportes que me permitió salir de la provincia a participar de los torneos”.
Dentro de todas las sorpresas que le deparó la temporada, se destaca la invitación al torneo Nacional de Panamá. Allí pudo consagrarse campeón junto a un equipo muy humilde del país centroamericano, en cual se sumó como refuerzo.
“Si tengo que hacer un resumen en lo cuantitativo, sumé casi 100 puntos Elo y la verdad que es muchísimo. Por otro lado, en lo cualitativo, fue un gran año pero necesito entrenarme más y dejar un poco de lado algunas cuestiones que me impiden abocarme de lleno a esto que tanto quiero”, señaló.
El 2019 promete mucho para el ajedrez sanjuanino, ya que varios clubes se han abierto con el apoyo de la Secretaria de Deportes y el gran auge que tiene desde la incursión de Herrmann en el plano internacional. Como cierre, Roman deja una reflexión para aquellos amantes del cuadriculado: “Con esfuerzo y dedicación se puede, yo también empecé, salí de Jachal donde no había mucho ajedrez y logré llegar por el trabajo, estudio y sacrificio. Y aquellas personas que quieran saber, sepan que las puertas de la Biblioteca Franklin están abiertas para aprender”.