Tenía una carrera prometedora en el fútbol y mucho futuro por delante. Sin embargo, algunas malas jugadas del destino hicieron que las cosas cambiaran y tuviera que tomar otro rumbo. Y ahora pasa sus horas entre el trabajo y esa otra pasión que encontró casi por casualidad: el futsal. «Tengo 20 años y juego en Villa Hipódromo de pibot. Siempre me gustó el fútbol y empecé siendo muy chico en las inferiores de San Martín. Después lamentablemente falleció mi papá y dejé de ir. Yo tenía 13 años», comenzó contando…
Leer más