Sólo tenía 4 años cuando ingresó por primera vez a la Asociación Marcial CHAIU-DO-KWAN San Juan, sin saber que se convertiría en poco tiempo en un chico prodigio. Acompañado por sus papás, Agustín Elizondo era aún muy pequeño por lo que su profesor decidió que permaneciera a prueba durante una semana para determinar si podía adaptarse fácilmente o si su corta edad significaría un impedimento para llevar a cabo la actividad con normalidad. Pero las artes marciales significaron un amor a primera vista para Agus, quien ya había tenido un…
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