170 runners desafiaron la Quebrada de Astica en una carrera inolvidable

Las primeras luces del día iluminaron el camino para los participantes de las categorías 21K, 12K y 5K. En los tramos iniciales, los corredores más experimentados aprovecharon para acomodar el ritmo. Fue allí donde comenzó a perfilarse el grupo de punta, integrado por el albardonero Jesús Muñoz, el capitalino Franco Oro, el vallisto Martín Garay y el jachallero Yoel Giménez, quienes impusieron el paso y se despegaron del resto del pelotón.

Entre las mujeres, la destacada atleta Andrea Názara mostró su jerarquía desde el inicio. Con paso firme y gran ritmo, llegó al punto de control de los 21K con casi 20 minutos de ventaja sobre su perseguidora, la local Nuri Arias, quien debutó en la distancia larga con una actuación más que prometedora.

Tras atravesar el paraje conocido como La Gruta, llegó el momento más exigente del circuito: una cuesta empinada que exigió al máximo las piernas de los corredores. El descenso posterior los llevó hasta las cascadas, donde el paisaje regaló un respiro visual antes del último tramo, tan duro como fascinante.

Pero más allá de los cronómetros y posiciones, el gran premio fue otro: completar el desafío personal de cada uno. El “Desafío a la Quebrada de Astica” no fue solo una carrera, fue una experiencia de superación y contacto profundo con uno de los rincones más hermosos de la provincia.