Cuando era muy chico, su mamá lo llevaba a los entrenamientos en el Club Atlético Barrio Colón. De a poco, el fútbol comenzó a formar parte de su vida. Heredó de padrino Favio y de su abuelo Pedro Pérez la pasión por el deporte y, muy especialmente, por Independiente de Avellaneda, equipo del que es hincha fanático.
Eric Pasten tiene 23 años y juega de delantero en Juventud Ullunera, equipo que busca el ascenso. «Juego de 7, pero también lo hice de volante. Tuve un paso por San Lorenzo, Villa Ibañez y Las Lomas. También hice algunas pruebas en Córdoba y Godoz Cruz», contó en diálogo con La Excusa Deportiva.
Con respecto a los colores que defiende en la actualidad, Pasten se encuentra muy cómodo, con la ilusión de lograr el gran objetivo que se propusieron junto a sus compañeros. «La verdad es que desde que llegué, me hicieron sentir uno más, conocí gente nueva. Ahora que estamos en semifinales, queremos ganar todo. Estamos muy metidos en luchar hasta el final y ganar, porque somos una familia», agregó.
Eric, que tiene de ídolo a Cristiano Ronaldo, se define como un jugador tranquilo , al que le gusta dar todo y dar pelea siempre.
«El partido que jamás voy a olvidar fue cuando mi hijo, con sólo cuatro meses de vida, me fue a ver por primera vez a la cancha. Fue el 9 de noviembre del año pasado, se llama Santiago», dijo.
Al momento de recordar el peor momento que le dio el fútbol, no duda. «Tuve una lesión en mi brazo izquierdo, tengo clavos y placas, estuve mucho tiempo sin jugar», añadió el joven que se gana la vida trabajando en los parrales y como albañil. «Trabajo de 7 a 15.30. Llego y comparto y un tiempo con mi novia y mi hijo y a las 17.30 salgo a entrenar», finalizó no sin antes mencionar a sus dos amigos del alma, los incondicionales Agustín Veragua y Geremías Gil.