La esgrimista bonaerense Belén Pérez Maurice, con raíces sanjuaninas, doble medallista panamericana y con tres Juegos Olímpicos disputados, le puso fin a su extensa carrera en el seleccionado argentino después de 25 años, y admitió que tomó esa decisión porque hace tiempo sintió que brindó todo y «estaba vacía».
«Sentí que era el momento. No es algo nuevo. Hace tiempo que siento que di todo y que estaba vacía pero realmente me di cuenta en mi último torneo, no fue planeado», reveló la esgrimista en una entrevista que concedió a Télam, en alusión a la decisión que tomó luego del Mundial de Milán, en Italia, en julio pasado.
«Creo que mi carrera tuvo todos los condimentos. Desde momentos de resultados deportivos impensados para un argentino hasta otros bajos donde tenés que cumplir con un resultado y no lo logré. Pero lo que marcó toda mi carrera fue la constancia y el trabajo», puntualizó.
Pérez Maurice, de 38 años, tomó parte de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (finalizó en el puesto 21), Río de Janeiro 2016 (25ta) y Tokio 2021 (perdió en 16vos. de final ante la húngara Anna Marton en sable individual y fue eliminada).
Además, la bonaerense e hija de un caucetero, fue la cuarta argentina en disputar tres Juegos seguidos después de Alejandra Carbone (Atlanta 1996, Sydney 2000 y Atenas 2004 en florete individual); Raúl Saucedo (Los Ángeles 1932, Berlín 1936 y Londres 1948, en espada individual) y Omar Vergara (México 1968, Múnich 1972 y Montreal 1976 en espada).
Pérez Maurice ganó la medalla de plata en los Panamericanos de Lima 2019 y de bronce en los Toronto, Canadá, 2015, en sable individual.
La esgrimista nacida en la ciudad bonaerense de San Nicolás es ingeniera en alimentos, modelo publicitaria y cabo primero del Ejército Argentino.
Además, está en pareja con Lucas Saucedo, que está a cargo desde 2007 de las selecciones argentinas de sable masculino y femenino, y con el que entrena seis días por semana.
La única medalla olímpica de la esgrima argentina fue ganada por Carmelo Camet, Raúl Anganuzzi, Roberto Larraz y Luis y Héctor Lucchetti: bronce en florete por equipos en Ámsterdam 1928.
-¿Por qué te retiraste?
-Sentí que era el momento. No es algo nuevo. Hace tiempo que siento que di todo y que estaba vacía pero realmente me di cuenta en este último torneo (en Milán, en julio pasado). No fue planeado.
–En un posteo en Facebook expresaste «di todo, hice un esfuerzo por continuar pero ya no puedo más». ¿Te referiste a cuestiones físicas, psicológicas o de otra índole?
-Ambas. En la parte física, me lesioné este último año como nunca antes, una tras otra, y se me hizo muy difícil entrenar. Y desde el lado mental me sentía rara compitiendo hasta que me di cuenta que ese famoso «fuego» ya no estaba.
-También manifestaste «fui, soy y seré una privilegiada por la carrera que tuve». ¿Por qué?
-Primero por la carrera tan larga que tuve, después porque no siempre -aunque uno de todo y se mate entrenando- logra los objetivos que se puso, y yo los logré. Por eso me siento una privilegiada.
-¿Cómo describís o definís tu carrera, en la participaste en tres Juegos Olímpicos y fuiste doble medallista panamericana como puntos salientes?
-Creo que mi carrera tuvo todos los condimentos. Desde momentos de resultados deportivos impensados para un argentino hasta los momentos bajos donde tenés que cumplir con un resultado y no lo logré. Pero creo que lo que marcó toda mi carrera fue la constancia y el trabajo.
-¿Cuáles fueron las mayores satisfacciones y sinsabores que tuviste en los 25 años de carrera?
-¡Uff, hay tantas! De las dos. Hay una que siempre la cuento que fue en el 2014, la medalla de bronce en los Odesur para mí fue un mal resultado, muy malo y un par de meses después fui campeona panamericana.
-¿Qué importancia le otorgás a Lucas Saucedo, tu pareja y entrenador, en tu trayectoria y ¿por qué?
-Toda mi carrera deportiva se la debo a él por varias razones. Primero porque creía más en mí de lo que yo creía. Veía un potencial que no sabía que tenía. Además de eso es un maestro que está en todos los detalles, siempre dispuesto a aprender de los entrenadores más importantes para poder darme lo mejor. Toda su energía y empuje fue lo que hizo que lográramos resultados impensados.
-El garrochista Germán Chiaraviglio, en una entrevista con Télam, expresó que se presentaba, en el Mundial de Hungría, en la elección de la comisión de atletas de la World Athletics. ¿Te interesa incursionar en ese sentido en la Federación Internacional de Esgrima (FIE) o en el ámbito local?
-Creo que en algún momento sí, pero ahora necesito desconectar un poco por un tiempito.
-¿Seguirás vinculada como entrenadora, formadora o te alejarás del mundo de la esgrima?
-Siempre voy a seguir vinculada a la esgrima, lo dije y lo sostengo, yo me retiro del alto rendimiento, pero voy a seguir tirando y hasta yendo a algún torneo. Además, sigo compitiendo para el Ejército argentino. Seguramente voy a estar como formadora en mi club, la fundación Argentina de Esgrima.
-¿Cómo definís el estado actual de la esgrima nacional?
-Hay muchos esgrimistas de la selección con grandes títulos y experiencia, pero no sé si ahora o más adelante una generación se va a terminar. Hay algunas armas con recambio y otras en las que se necesita trabajar un poco más.
-Argentina logró en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 cuatro medallas (Isabel Di Tella (espada) bronce; vos, plata; Pascual Di Tella (sable) plata y José Félix Domínguez, Jesús Lugones y Alessandro Taccani (espada equipos) plata). ¿Cuál es tu pronóstico para los de Chile de octubre?
-Pronóstico no voy a arriesgar para no quemar a nadie, pero sí les deseo lo mejor de los éxitos a todos los chicos de la delegación.
-Por último, ¿Qué opinas sobre el episodio que ocurrió en Mundial de Milan, Italia, en julio, en el que la ucraniana Olga Jarlan fue descalificada por no darle la mano a su rival rusa Anna Smirnova, quien participó como «atleta individual neutral».
-Es un tema sensible, pero creo que si aceptas competir, nuestro deporte tiene ciertas reglas que hay que cumplir, que no quita que la «atleta neutral» en mi opinión lo hizo con intención de generar este conflicto porque se inició por el reclamo de ella. Pero las reglas son iguales para todos.