La actividad del trail se ha instalado en los sanjuaninos con intención de quedarse, pues son cientos de personas que cada fin de semana caminan o corren por los cerros de nuestra provincia. En algunos, ha prendido del tal modo que lo han adoptado como un modo de vida, imponiéndose a sí mismos la exigencia de entrenar con regularidad, muchos se fueron animando a participar de competencias y otros, fueron mucho más allá, desafiando su propia resistencia y corriendo cada vez más kilómetros. Algunos, son altamente competitivos y hasta llegamos a tener en la provincia, integrantes de la selección argentina que participan en mundiales.
Por otra parte, están aquellos deportistas que encuentran su momento de felicidad simplemente corriendo, entrenando y que compiten sin importar el resultado, demostrándose que pueden. Es el caso de Noelia Martín Jas, quien el fin de semana pasado corrió la competencia Valholl, considerada como la carrera más épica de la Argentina; ella decidió correr, por primera vez, 80 km. Fue una prueba extremadamente dura, que le demandó 17h15m42s, partiendo a las siete de la mañana y llegando pasada la medianoche a Villa General Belgrano.
Respecto a su vida, entrenamientos y vivencias, Noelia cuenta: “Comencé a correr a finales del 2017, yo practicaba pole sport y acroyoga hasta que tuve un accidente que hizo que me colocaran dos placas y 16 clavos en el antebrazo. En el periodo de recuperación empecé, con autorización del médico, a correr y ahí conocí la montaña; me enamoré del trail running porque me enamoré de la montaña. Me costó mucho empezar a correr, hacer 10 km era un desafío enorme y la verdad que antes no me gustaba correr, pero hacerlo en la montaña es otra cosa, la montaña te desafía en cada paso”.
Noelia es una mujer especial por lo que hace, pero como cualquier sanjuanina, que trabaja, atiende loa quehaceres de la casa y a su familia con su marido y dos hijos y que deja su espacio casi diario para entrenar: “Me levanto a las 5:30 de la mañana, trabajo en Laboratorios Monte Verde, la verdad que mi trabajo me apasiona por lo que le dedico mucho tiempo; después del trabajo soy mamá y esposa y mientras mis hijos hacen deportes yo aprovecho para entrenar, lo hago seis días a la semana entre running y gym y en los tiempos que quedan estudio inglés”.
La del viernes pasado, no fue la primera prueba dura que corre, ya que recuerda la que disputó en 2019 en Ushuaia, donde en plena carrera se desato un temporal de nieve en las cumbres de los cerros que subía. Ahí tuvo que manejar el congelamiento de los dedos en la cumbre y buscar lograr llegar a la base en donde tuvo que lidiar con el dolor que produce el descongelamiento. “Esa carrera me dio muchas herramientas mentales que hoy me sirven en otras carreras”, recuerda.
Para este año se fijó como su gran objetivo, correr Valholl y tiene un por qué: “Porque esta carrera es un Evento de la Franquicia de carreras UTMB, mi sueño es poder correr algún día una de las distancias de esta franquicia en Francia, pero para hacerlo necesito unos puntos llamados Running Stone que sólo esta carrera me los da. Valholl fue una carrera muy técnica, el circuito era tan hermoso como desafiante. Lo más duro fueron los últimos 18 km que tenían mucho desnivel positivo. Yo tuve molestias digestivas desde el km 7, por lo que hice casi toda la carrera comiendo muy poco, pero pude manejarlo. Nunca pensé en abandona, pero en el km 68 ya estaba de noche y en la parte más dura de la carrera me sentía sola, extrañaba a mi familia y mi cabeza tenía pensamientos negativos; de verdad le pedí a Dios que me ayude; en ese momento me alcanzó un grupo de corredores, uno de ellos me invito a que los siga y esos últimos 10 km fueron hermosos ya que nos ayudamos entre todos y llegamos juntos a la meta. No es la primera vez que conozco personas maravillosas en la montaña, esos amigos son el mejor premio que me llevo de las carreras”, finaliza Noelia, quien por ahora, piensa en descansar unas semanas, para luego retomar los entrenamientos de cara a sus próximos 80 km en la carrera UTACCH, en Córdoba.