Los dirigentes del Veracruz de México decidieron contratar a un cura para terminar con las malas energías y sus consecuentes malos resultados, pero el sacerdote cometió un error y prendió fuego el vestuario.
Ocurrió horas antes de que los Tiburones, donde juegan los argentinos Daniel Villalba y Cristian Menéndez, recibiera a los Xolos de Tijuana que dirige otro compatriota: Diego Cocca.
Concentrado en su objetivo, el clérigo comenzó a recorrer el lugar. Se detuvo en los casilleros de los futbolistas, en la zona que habitualmente ocupa el cuerpo técnico y se ocupó de ventilar el ambiente. Luego de unos minutos de rezos, comenzó a prender velas en distintos puntos del camarín pero algo ocurrió tras el ritual y las llamas comenzaron a extenderse por el lugar.
En ese momento, la desesperación le ganó al deseo de no descender. Y fue necesaria la intervención de los bomberos para controlar las llamas. Lógico, las pérdidas materiales fueron muchas.
Tanto que al llegar al estadio, el plantel no pudo utilizar el vestuario: los llevaron al gimnasio del club para realizar la entrada en calor y recibir la charla técnica.
Como consecuencia, el encuentro se demoró media hora. ¿Cómo terminó la historia? Veracruz ganó 1-0 y logró un poco de aire en medio de su lucha por evitar el descenso.