Vestir los colores que más lo apasionan le otorga un plus a su juego. Facundo Gil es fanático de Juventud Zondina y lo hace saber todo el tiempo. Si bien es muy profesional y defiende a muerte cada camiseta que le toca ponerse, la de sus amores es especial.
«Comencé a jugar en Zondina cuando tenía 10 años. Al tiempo me tocó hacer una prueba en Desamparados y quedé. Luego pasé a San Martín y a Peñarol, hasta que volví aquí», contó el volante central de 22 años en diálogo con La Excusa Deportiva
Gil se define como un futbolista «muy activo, humilde y con ganas de seguir mejorando día a día». «Debuté en Primera a los 16 en cancha de Centenario Olímpico. El recuerdo más lindo que tengo es que mis compañeros me hicieron un desastre en la cabeza», dijo en referencia al tradicional bautismo. «Recuerdo que perdimos 2 a 1. Jugué todo el partido. Fue un orgullo jugar con los chicos porque eran todos grandes, era el mañoso del grupo», añadió.
Como hincha del tricolor de Zonda, Facundo no tiene dudas al momento de elegir el momento más feliz que le regaló el fútbol. «Fue el ascenso del año pasado porque cumplí uno de mis sueño que era subir con el club de mis amores. Siempre digo que la vida da revancha. Le ganamos a Centenario 2 a 1», sostuvo.
El mediocampista asegura que cuando se vive con esa pasión, el deporte da más tristezas que alegrías y en ese sentido no puede olvidar dos finales perdidas con su equipo.
Con respecto a la actualidad del equipo, Gil contó que se trata de un grupo muy humilde, que trabaja día a día. «Lo más importante es la unión que tenemos, tiramos todo para el mismo lado. Hay jugadores que aportan jerarquía y chicos que juegan desde hace tiempo en el club. Es un equipo muy lindo», agregó.
En cuanto a referentes en su puesto, menciona a Enzo Pérez y Leo Ponzio. «Pero si hablamos de ídolos en el club de mis amores es Sebastián Gómez, él me enseñó mucho de lo que sé».
Facundo Gil está a punto de recibirse de policía y sueña con seguir creciendo en el fútbol y ver a su club lo más alto posible. «Soy un agradecido de la familia que tengo. Mi papá, mamá, hermanos, tíos y amigos, sin ellos nada es posible, me dan el aliento para seguir día a día», contó.
Para finalizar, no dudó en afirmar: «soy más hincha que jugador para el club de mis amores».