Con cientos de carreras en distintos autódromos de todo el país, Joaquín Naranjo tuvo su primera vez oficial en El Villicum, en su casa, pero la alegría no pudo ser completa.
«Estoy muy contento por el apoyo del público, siempre estuvo presente», expresó el joven piloto, que a su vez mostró su disconformidad por el inesperado resultado deportivo.
Joaquín se ubicó 23° en la final del sábado y el domingo tuvo que abandonar. «Desde la primera fecha que comenzaron los problemas eléctricos y aún no se pudieron solucionar. El auto no es ciento por ciento confiable y nos complicó bastante porque no pude ni largar. Solo di cinco vueltas y en tres tuve que pasar por boxes», detalló.
Con la experiencia negativa a cuestas, ahora el sanjuanino buscará dar vuelta la página. «Vamos a estar más fuertes que nunca y trataremos de brindar un mejor espectáculo», finalizó.
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