Es cierto que era un partido amistoso y, quizá ni se sintió exigido, pero lo que el Barcelona le ofreció a su equipo en la copa Joan Gamper ante los Pumas de la UNAM fue un vistoso ejercicio, en el que pareció recuperar la memoria de aquel fútbol que no hace tanto encandilaba. Con Lewandoski como máxima figura y Dani Alves y Eduardo Salvio convertidos en tendencia en las redes, el Barsa superó 6-0 a los mexicanos y se ilusiona.
En el equipo azteca hubo presencia argentina con Eduardo Salvio, Gustavo Del Prete y Juan Ignacio Dinenno, como así también sanjuanina, ya que Hernán Freire fue uno de los centrales titulares y llevó nada más y nada menos que la cinta de capitán en uno de los estadios más emblemáticos del mundo. Luego, el surgido futbolísticamente en Alianza y con un paso de varios por Argentinos Juniors, fue reemplazado, pero hizo historia al medirse frente a uno de los equipos más poderosos del mundo.
Sirvió la clásica copa para presentar en sociedad a Robert Lewandowski, que fue de los más destacados, con un gol, dos asistencias y una de ellas de taco para Pedri que dejó una sensación de que está a otro nivel; también estuvieron el resto de los fichajes (Raphinha, Kounde, Kessie), salvo Christensen, con una leve lesión.
Extremos abiertos, una delantera de lujo. juego a un toque, como máximo a dos. Entradas de interiores desde segunda línea. Presión, calidad y puntería. Había vuelto el vértigo. Todo eso es lo que ofreció el Barcelona desde el minuto uno, un equipo que ha recuperado su memoria histórica, que vuelve a levantar la mano advirtiendo al mundo del fútbol que quiere volver.
Puso Xavi Hernández a dos de los cinco fichajes de inicio, a Lewandowski y a Raphinha. Dembélé, el díscolo francés fue el tercer delantero. Un juego eléctrico de los dos extremos y el fútbol de claqué de Lewandowski.
El polaco entiende el fútbol al primer toque, sabe jugar de espaldas a portería, tiene un sexto sentido para el pase y un instinto matador en el área. ¿33 años? Nadie lo diría.
Lewandowski tardó dos minutos y 36 segundos en anotar su primer gol como azulgrana en el Spotify Camp Nou. Aprovechó un pase en profundidad de Pedri, controló con la izquierda, y remató con la derecha a medio metro de la línea de fondo. El balón dibujó una trayectoria imposible. El nueve del Barça se fue hacia el córner y el público enloqueció.
Esa fue su presentación como goleador. Como asistente se dejó ver en el 2-0, en una combinación con Pedri. El canario recortó a Julio González (min. 5). En 300 segundos se había visto más fútbol en el liceo del Barça que en la mayoría de partidos de la temporada pasada.
El Barça funcionaba como un rodillo, ahora con Busquets como brújula, con Gavi en la presión, con la sutileza de Pedri o la potencia de la defensa. Hasta Ter Stegen, que solo lo exigieron en un par de acciones en la primera parte, parecía el de aquellos tiempos.
Con Raphinha y Dembélé cambiando las posiciones; el brasileño asistió al francés para el 3-0 en el minuto 19. A Ousmane también lo han cambiado.
Y como si fuera un partido del Barça de Guardiola, aunque la comparación es imposible y menos a estas alturas de la temporada, a los 19 minutos, los azulgrana ya ganaban por 4-0. En esa acción volvió a dejarse ver la conexión entre dos genios: Lewandowski y Pedri.
El nueve creó un espacio y asistió de tacón al canario, en otra jugada de lujo. Antes del descanso Raphinha y Lewandowski remataron al palo y Gustavo Prete, en el 31, fue el único que inquietó la meta local.
Xavi hizo siete cambios en el descanso, y dos de los que se incorporaron: Kessie y Aubameyang, protagonizaron el 5-0, en una gran asistencia del exjugador del Milan al antiguo nueve del Arsenal. La jugada la inició Lewandowski, con un gran pase en profundidad.
El Pumas levantó la bandera blanca y su entrenador, Andrés Lillini, realizó tres cambios para buscar frescura física. Uno de los que salieron fue Alves, que fue de lo mejor de su equipo en la hora que estuvo sobre el terreno de juego.
El Barça pudo aumentar su cuenta en varias ocasiones, pero solo Frenkie de Jong acertó en el minuto 84 (6-0). El Pumas, que hacía mucho que no comparecía, tuvo una gran ocasión por medio de Jero Rodríguez, pero Iñaki Peña estuvo espléndido.
Los espectadores azulgranas abandonaron el estadio con un buen sabor de boca. «Aquest any, si?», se preguntaban. Traducción: «¿Este año, sí?». Demasiado pronto para decirlo, pero las sensaciones son inmejorables.