Con tan solo 11 años, Ariana Correa ya se dio el gusto de debutar en el Superbike argentino y hasta logró terminar la carrera en el autódromo El Villicum. Apasionada por el motociclismo, la joven contó que comenzó a correr por diversión en una disciplina que heredó de su padre.
La deportista rawsina, que cursa el sexto grado en la escuela Bernardo Houssay, fue parte de la grilla en la última fecha del SBK nacional y lo hizo en la categoría 250cc. con el #26, el número que utilizaba su papá Cristian hasta antes de la pandemia.
Además de recordar una divertida anécdota con golpes incluidos, Ariana dijo que su objetivo es «seguir estando en las próximas fechas del Superbike argentino y poder pelear por estar en el pelotón de punta».
Por último, expresó que «el motociclismo es una pasión que heredé de mi padre y me gustaría ser piloto a nivel internacional».
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