Brillante actuación de Octavio Morte en la Selección Argentina de Patinaje Artístico, cerrando su participación con dos campeonatos sudamericanos en categoría Espoir Varones en este 1º Campeonato Sudamericano de Deportes sobre Ruedas que se disputa en nuestra provincia. La primera de ellas fue en Figuras Obligatorias, y la última en Libre. Octavio es patinador del programa Alto Rendimiento de la Secretaría de Deportes y con sus 11 años luce orgulloso los colores de San Juan y el celeste y blanco de la selección argentina.
“Me sentí bien, no estaba tan nervioso y eso es lo bueno. Muy feliz de que haya venido tanta gente a verme y bueno, muy muy feliz”, comentó Octavio, que fue acompañado por una buena cantidad de amigos, que alentaron y mostraron carteles desde la tribuna. Con la medalla aportada en Libre Espoir varones, la suma llega a 33 preseas, 12 de oro, 14 de plata y 7 de bronce.
Acompañando a esta joven promesa, desde sus inicios a los 6 años, sus padres, Mariela y Maximiliano, sus más fieles seguidores, les genera enorme orgullo al momento de referirse a su hijo, a su dedicación y a su carrera deportiva: “Acompañarlo es realmente muy lindo, porque es su pasión. Entrena mucho, no tuvo vacaciones de verano, no tiene feriados, no tuvo nada. Es todo entrenar y entrenar; y se ve ese entrenamiento”, comentó Mariela.
En referencia a sus inicios a la temprana edad de 6 años, Maximiliano, su papá, nos cuenta: “Octavio se inició en el Andino Patín Club, club fundado por mi hermano, Mauricio Morte, con su esposa Ivana. Durante años allķ han practicado mis sobrinas Guadalupe e Iris, dos genias del patinaje. Octavio ya de chico mostró pasión por los patines y pedía rollers. La tía Valeria le regaló los rollers cuando tenía 3 años, era muy chiquito. Realmente lo lleva en la sangre».
De la cantera de la profesora Mariana Rodríguez Pi, sus padres reconocen su labor: “El acompañamiento fue al 100 % siempre; ella está muy dispuesta a hacer crecer a Octavio. Es una genia, siempre a la par”, comentaron casi en coro sus padres, con inmensa gratitud para con esta profe ubicada del otro lado de la baranda viendo a su pupilo crecer y ganar títulos.
La nota con los Morte finalizó con palabras entre padres e hijo. “Me lloré todo”, confesó Mariela, que no pudo continuar por la emoción, mientras que Maximiliano lo vivió a su manera: “Con mucha alegría, muy orgulloso, te llena el alma”, comentó finalmente. Octavio les contestó retribuyendo el esfuerzo y el gran amor de sus padres: “Muchas gracias por todo el esfuerzo y decirles que los quiero mucho”.
Una carrera incipiente en el patinaje artístico, pero con logros a corto plazo y un futuro enorme. San Juan tiene un campeón sudamericano que con solo 11 años ya es un orgullo para todos los sanjuaninos, que pueden empezar a reconocer en su nombre, la figura de un gran deportista con todos los valores que buscamos en nuestros ídolos. Solo hay que dejarlo crecer, si el patinaje es su gran pasión, los éxitos seguirán llegando y llevará el nombre de “San Juan” adonde quiera que compita.