Hasta hace un tiempo metía doble turno: por la mañana con trabajos de plomería y albañilería, y por la tarde se iba a entrenar. El cansancio físico no le jugaba una buena pasada y decidió hablar con su tío «para que lo aguantara», ya que terminaba muy cansado para seguir con la pretemporada por la tarde en Alianza. Cristian Villegas es el defensor indiscutido del Lechuzo y ayer fue parte del plantel que se metió en la final por el ascenso al Federal A. Dice ser más que un futbolista. Es un laburador que no deja de rebuscarsela para sumar la plata del día a día.
Villegas vive en pleno Pocito, en calle 14 y Aberastain, en La Rinconada junto a su abuela y una tía especial. Juega al fútbol desde niño. Hoy tiene 36 años recién cumplidos y es uno de los soldados de Luis Pallaroni. Su vida siempre estuvo ligada al fútbol pero -como todos los futbolistas sanjuaninos- dividió su día para ir al club y ganarse unos mangos haciendo changas o teniendo un trabajo y de horario fijo. «Laburaba en la mañana en la plomería y albañilería con un tío, medianamente con esto hay que rebuscársela porque el fútbol acá en San Juan mucho no hace diferencia. También soy barbero, aprendí, compré maquinas. El día a día era levantarme para ir a laburar a las 7 de la mañana y llegar tipo 13 hs. Después de eso almorzaba, me tiraba un rato y a la tarde, entrenar e ir a la barbería».
El defensor sanjuanino formado en Atenas hace dos años que se encuentra en Alianza junto al mando de Luis (Pallaroni), quien también supo vestir los colores del «Mirasol» en una final disputada en el 2003, «ahí él jugaba de mediocampista y yo de defensor, ahora me dirige». Cristian manifestó que cuando llegó al conjunto de santalucía entrenó dos días y lo tuvieron que operar de la péndice. «Me perdí toda la pretemporada y la primera parte del campeonato, después retomé y la remé un montón para poder estar y me la rebusqué como todos».
Hubo un momento de su carrera que tuvo que replantearse si continuar dividiendo su rutina de trabajo de plomero – albañil o si dedicarse de lleno al club, que ahora está a 90 minutos de conseguir el ascenso al Federal A, y donde ya se encuentra Peñarol y Desamparados. «Dejé un poco de laburar en eso. Hablé con mi tío porque éramos de confianza. Cuando se empezó a jugar se hacía domingo, miércoles y domingo, lo hablé y le dije que me bancara porque era complicado. Se estaba poniendo pesado, salíamos a las 13, en ese momento estábamos entrenando 16.30 hs. Imaginate lo que era andar. La necesidad está, pero en esto tenés que darle prioridad al físico para evitar lesiones. Son trabajos pesados».
Alianza tenía un resultado adverso en la mochila, pero una luz al final del túnel con el gol de Terrero en el choque de ida que terminó 2-1 a favor de los mendocinos. Ayer domingo y con un equipo que no se guardó nada, salió a batallar al «Perro» para quedarse con el partido de vuelta. Ahora solo está a un enfrentamiento de lograr el ascenso al Federal A. «Antes de llegar a esta instancia le dije de buena manera que me iba a alejar un poco, porque uno tiene que estar bien físicamente, en estos partidos se exige mucho y en el sacrificio de laburar de esto, cuesta».
Villegas, además es barbero y tiene su propio local. Se va de Alianza y abre las puertas de su lugar de trabajo donde permanece «hasta que se acabe el movimiento acá en Pocito», le contó a Tiempo. «Esto lo aprendí porque realmente me gusta. Era algo que me llamaba la atención. Cuando empezó la pandemia y que no se podía entrenar, me metí un poco mas en los cursos, aprender y mejorar.
En cambio, con el tema de la plomería dijo que siempre fue el trabajo que más rápida salida le dio cuando lo necesitaba. «Tengo un hijo, tengo familia y cosas que pagar. Hacía el esfuerzo de ir a entrenar y por ahí se complicaba, era difícil. Mi rutina era así: yo salia a las 7 de la mañana, y a las 22 me sentaba en mi casa a ver un rato tele y estaba muerto, llegas fusilado todos los días».
Después de haber pasado por varios clubes sanjuaninos, de haber logrado ascensos y campeonatos, el defensor oriundo de Pocito compró por completo su pase porque su carrera varias veces se vio interrumpida por algunos dirigentes que no lo cedían cuando llegaban las ofertas.
Ahora y con una experiencia diferente en Alianza, Cristian Villegas, quien anotó el empate ante Gutiérrez dice que se siente motivado y muy ilusionado con el ascenso a la tercer categoría del fútbol argentino. «Nos hizo falta sentarnos 15 minutos en el entretiempo y mirarnos las caras para salir con todo en el segundo para dar vuelta el resultado. Con lo que pasó ayer, tengo toda la fe que vamos a llegar. Confío en lo que tenemos y estamos seguro de que podemos marcar una historia».
El jugador pocitano sabe que están a un paso de la gloria y todo se definirá en el partido del próximo domingo cuando Alianza y Paraná choquen en el estadio de Estudiantes de Río Cuarto.
Fuente: Tiempo de San Juan