A pesar de haber terminado en el último lugar del medallero, San Juan mostró signos de evolución en varias disciplinas, en algunas mantuvo el nivel con respecto a la edición anterior y en otras tuvo una baja performance.
En el atletismo hubo muchos competidores que debutaron y otros que repitieron. Muchos chicos disputaron finales pero fueron superados por otras delegaciones más poderosas y la caucetera Victoria Agüero fue la única que se colgó medallas (bronce en salto en largo y salto triple). Si se compara con San Juan 2019, la cosecha de preseas estuvo por debajo de la mitad, ya que dos años atrás se obtuvieron seis podios.
La natación tuvo un recambio generacional y Rosa Mulet fue la abanderada, logrando cuatro medallas de las cinco de San Juan. Dos años antes, este deporte consiguió casi el doble (nueve) en la pileta de Ausonia, marcando también un retroceso en la cosecha. De todos modos, los debutantes adquirieron una gran experiencia que seguramente intentarán capitalizar en Valparaíso 2022.
En el tenis, los chicos sanjuaninos consiguieron una medalla de bronce histórica de la mano de Jerónimo Mazzei, quien se preparó en Buenos Aires para afrontar la competencia puntana y tuvo su premio. Por el lado de las chicas, no desentonaron pero chocaron con un alto nivel de sus rivales y deberán seguir trabajando para elevar su performance.
Uno de los deportes predilectos de San Juan como es el ciclismo logró tres medallas (dos de plata y una de bronce) al enfrentarse, en especial, al poderío que tiene San Luis en la actualidad. Sólo pudo obtener el 25% de las preseas de dos años atrás, cuando fue local y subió 12 veces al podio.
El tenis de mesa también tiene mucho por mejorar. El tres veces olímpico Pablo Tabachnik asumió la conducción pocos meses antes de la competencia y les dio una inyección de calidad a los chicos, pero el tiempo quizás no fue suficiente y quedará trabajo por delante de cara al próximo año.
A pesar de no haber conseguido medallas, el taekwondo sí mostró una evolución, porque de una edición a otra, de prácticamente no ganar ningún combate se pasó a estar al borde de ganar una medalla, como fue el caso de las chicas Camila Baigorria y Celeste Ángel, quienes quedaron en el cuarto puesto. Hubo victorias y también derrotas, pero éstas últimas fueron ajustadas.
En básquet, la rama femenina mostró los resultados de los torneos locales que se vienen disputando en los últimos años y consiguió un triunfo por primera vez en 23 años, además de achicar la brecha en derrotas que anteriormente eran por decenas de puntos. Por su parte, los chicos se metieron por segunda edición consecutiva en la gran final y estuvieron muy cerca de revalidar el título.
El vóley sanjuanino puso en semifinales a las dos ramas. Las chicas mejoraron con respecto al 2019 y se colgaron el bronce, mientras que a los varones, abonados a jugar finales, se les escapó por muy poco la segunda medalla de oro consecutiva.
Por último, el handball también hizo un gran torneo. Las chicas, que habían ganado el bronce dos años antes, volvieron a meterse en semifinales, aunque luego no pudieron revalidar el tercer puesto, mientras que los varones mostraron un gran crecimiento, estuvieron en el lote de los cuatro mejores y dejaron todo por subir al podio.