«No hay mal que por bien no venga», dice el refrán. Y así podría calificarse la aventura de Carlos «Bebe» Sardinez, el boxeador sanjuanino que desde hace casi dos meses entrena en los mejores gimnasios de Estados Unidos luego de quedar varado por las restricciones de ingreso a Argentina en el marco de la pandemia por coronavirus.
El púgil rawsino viajó al país norteamericano en junio pasado para pelear el 26 frente a Keenan Carbajal. No le fue bien y debió abandonar porque, según explicó en diálogo con La Excusa Deportiva desde Phoenix, Arizona, «no tuve una buena preparación porque me avisaron muy sobre la fecha del combate y, a pesar de que lo llevaba bien, sentí un dolor muy grande en un tobillo».
Dos días después, el Bebe quiso volver a Argentina pero no pudo por el cierre de fronteras y quedó varado junto a su manager Daniel Bustos. Sin embargo, pasó más de un mes soñado gracias a sus promotores de Estados Unidos y se dio el gusto de entrenar en míticos gimnasios por los que alguna vez pasaron boxeadores de la talla de Muhammad Ali y Oscar de la Hoya, entre otros. «El clima es muy bueno, caluroso, y eso es clave para agarrar estado. Estoy disfrutando mucho», contó.
En ese sentido, Sardinez dijo que «a pesar de no haber podido regresado estoy muy bien aquí. Yo cubro los gastos de la comida y mis promotores se encargan del resto. Es más, para el próximo sábado me salió una pelea frente al californiano Juan Payano, también en la categoría superpluma, pero se cayó porque él dio positivo de Covid-19. Ahora me están buscando otro rival».
Luego de ese combate, el Bebe tiene fecha de regreso para el 20 de agosto. Mientras, aprovecha para vivir días únicos.