Sorpresas, récords, polémicas y mucho más dejó el atletismo de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Al respecto, La Excusa Deportiva consultó a un especialista como lo es el atleta sanjuanino Diego Elizondo y él mismo brindó su opinión.
Por Diego Elizondo
Me quedé muy sorprendido por la cantidad de récords que se batieron en ambas ramas, teniendo en cuenta el contexto a nivel mundial por la pandemia, en el que no se pudo entrenar como estaba previsto.
Sin embargo, más allá de los entrenamientos, hay que destacar que la medicina y la tecnología influyeron y fueron parte de esos récords. En el mundo hay suplementos que en Argentina estamos muy lejos de poder acceder, y está comprobado de que existen productos que superan los controles antidoping.
En el mundo hay una lucha de personas que hacen controles para descubrir sustancias prohibidas y a la vez hay otro grupo que invade esas pruebas de dopaje, haciendo trampa para que no sea descubierta.
La tecnología también fue fundamental. El calzado con clavo o sin clavo es una ventaja al tener fibra de carbono, porque tiene pequeños resortes que ayudan al deportista a avanzar más rápido y el desgaste es menor.
No solo es una ventaja ante el rival, sino también para los tiempos. Siempre el ser humano va a buscar los medios necesarios para romper los récords, porque hay mucho dinero atrás.
Otra polémica fue la pista, con un tartán (material sintético poroso) más explosivo que amortigua al corredor y eso lo ayuda. Antes esta superficie no estaba aceptada, pero ahora sí.