Fue obra del destino, no queda otra. Estaba predestinada. Es que siendo muy pequeña sus papás la llevaron a practicar folclore, para que realizara una actividad extra a la escolar. Sin embargo, no era lo que le más gustaba. Por eso, el faltazo del profesor a un ensayo fue la excusa perfecta para que Luciana Trigo pidiera cambiar de aire. Y así, con sólo 8 años conoció al gran amor de su vida: el hockey sobre césped.
«Me probé en la Municipalidad de Pocito y quedé. Después de un tiempo, cuando tenía 12 años, la gente de la Universidad me buscó y fui. Actualmente juego ahí, de volante» contó la adolescente en diálogo con La Excusa Deportiva.
Es que en la UNSJ le vieron condiciones y no dudaron en llamarla. A la hora de definirse como hockista, no duda. Sabe lo que quiere y cómo conseguirlo, pese a su corta edad. «Soy una jugadora con ambición, con ganas de siempre ganar. Este deporte es una pasión», señaló.
Juliana vive junto a sus padres y dos hermanos. Sabe que tiene un largo camino por recorrer pero no se imagina haciendo otra cosa. «Quiero llegar a mucho más de lo que soy hoy en día, no está en mis planes dejar el hockey, sueño con defender la celeste y blanca«, indicó.
Con 15 años sobre sus espaldas, tiene como ídola a Luciana Aymar y su referente en la actualidad es Juliana Jankunas. Y si bien ya regresó a los entrenamientos luego del parate producto de la pandemia por coronavirus, ahora espera con ansias volver a entrar a la cancha y jugar, que es lo que más disfruta hacer.