Tiene 21 años y nació en Puerto Salgar, un pueblito de Colombia ubicado a casi 200 kilómetros de Bogotá. Pese a su juventud, cada una de sus palabras denota ganas de superarse, de aprender y muy especialmente, de enseñar. “Jugar bien para ganar o perder con dignidad”, con ese lema como forma esencial de entender el fútbol, Juan Camilo Castiblanco aterrizó en San Juan, para formar parte del cuerpo técnico del Club Deportivo Caucete. Y si bien comenzó en el deporte como jugador, a muy corta edad entendió que lo suyo pasaba por otro lado.
El joven llegó a San Juan por una promesa de trabajo que no fue lo que esperaba. “Venía con la intención de concretar un proyecto en categorías infantojuveniles, pero me di cuenta que era una farsa. Ni siquiera tenían recursos humanos para trabajar, mucho menos infraestructura. Por eso decidí no seguir ahí. Llegué a Caucete con la ayuda de un amigo que conocí en ese club. Me ayudó muchísimo, hablamos con el presidente y comencé a trabajar en el club”, contó en diálogo con La Excusa Deportiva.
Si bien reconoce que al principio lo miraban con cierta desconfianza, supo ganarse el respeto y el aprecio del plantel. “En el primer entrenamiento me recibieron con dudas, pero desde el calentamiento les demostré sapiencia, autoridad e idoneidad. Y el proceso pedagógico con el transcurso del tiempo y horas en las sesiones, les ha encantado, tanto a los jugadores, como a los demás técnicos, presidentes y pertenecientes al club”, agregó.
Castiblanco tiene el título de Entrenador Deportivo. Además, estudia Dirección Técnica de Fútbol en sus 3 licencias, infanto-juvenil, juvenil, profesional, a nivel Conmebol. “Ya en un mes me graduó para ser Orientador en fútbol infantil juvenil y actualmente también estudio para recibirme en Análisis de Rendimiento Deportivo y de video, en Atfa”.
Juan Camilo actualmente es segundo director técnico en la primera y cuarta categoría del CDC, con Pablo Farías a cargo.
“Me inicié como futbolista como todos, en la calle y al frente de la pared, jugando a la pelota. Cuando tenía 7 u 8 años ingresé al club de mi municipio Puerto Salgar Cundinamarca, en la posición de mediocampista. Desde esa edad me ha encantado el fútbol espectáculo, jugar fuerte y no violento. Como dice Miguel Ángel Cappa, para entender la vida, primero tuve que conocer el fútbol”, sostuvo el muchacho que pasó por varios equipos de su país, pero siente un amor especial por Asodorada FC.
Fanático de Marcelo Bielsa, se desvivía por jugadores como Puyol y Ronaldinho. “Cuando tenía 18 años trabajé como profesor de educación física. Ahí me di cuenta que me encanta la pedagogía en fútbol. Así que dejé de jugar y opté por mi vocación. Siempre hay que diferenciar dos conceptos, jugar a la pelota y jugar al fútbol”, remarcó.
Castiblanco admite extrañar todo de Colombia, pero asegura que lleva a todos en su corazón y que su familia jamás le puso obstáculos a la hora de tomar sus decisiones de vida, como viajar a Argentina, persiguiendo sus sueños. “A mis 15 años ya me había ido de casa a jugar al fútbol en un club. Soy muy autónomo en mis decisiones”, agregó.
“El fútbol es la causa principal que le da sentido a mi existencia. Qué hacer todos los días, entender la vida desde ese punto de vista. La autosuperación, siempre buscando la evolución. Quiero revolucionar el fútbol colombiano. Quiero ser el técnico de la Selección Colombia”, concluyó.