Cuarta derrota en casa sobre seis presentaciones. Apenas el 33% de efectividad en San Juan puede ser condena para muchos pero en el presente de San Martín, que así y todo, dando esa ventaja, está apenas a 3 puntos de la cuarta colocación en la tabla que es hasta donde entran los equipos para la lucha por el ascenso. Así, la frialdad de los números le sigue dando la derecha a un San Martín absolutamente irregular, que en la contracara logró el 50% de efectividad como visitante, redondeando una performance de 4 salidas, con tres empates y una victoria,https://061c845389a085b66112dafe856858e1.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html?n=0
En su global, San Martín alcanzó 12 puntos en 30 posibles en las primeras diez fechas de la Primera Nacional, marcando una efectividad promedio del 40% en una campaña que ha logrado ponerlo con dos rostros en un mismo equipo. Ese aspecto estadístico sólo podría variar con revertir la adversa localía que hoy lo ha sacado de posiciones de vanguardia.
Pero para conseguirlo y más allá de las distintas variantes tácticas y de nombres que probó el técnico Paulo Ferrari, el déficit más llamativo tal vez pase por la endeblez defensiva que ha sufrido en los últimos partidos como contra Santamarina en el Bicentenario o con Güemes de Santiago en el «Hilario Sánchez». El dato positivo es que los goles que convierte son de sus delanteros, en un detalle que invita a confiar en el potencial ofensivo del Verdinegro. El trabajo defensivo se desdibujó. Le llegan y le convierten y eso lo termina condicionando para cualquier plan de partido que quiera llevar adelante. Además, la escasez de volumen de juego, de tener ese funcionamiento aceitado y fluido, lo termina convirtiendo en un rival previsible y sencillo de defender para los que llegan a San Juan.
Cristian Sánchez o Pablo Ruiz ha sido la elección del técnico para darle juego a San Martín y lo ha conseguido a medias, con algunos destellos de profundidad y verticalidad que se esfuman rápidamente. Por ahí está el camino para que San Martín deje de ser un equipo que lateralice juego casi exageradamente para morir luego en un pelotazo largo a dividir. Esa señal es que no puede generar y las pequeñas sociedades que tuvo y disfrutó deben reaparecer como el tándem Berterame-Molina por la derecha o Aguirre-Ruiz o Sánchez por la izquierda. San Martín no está lejos en los números de los que marcan el paso en la Primera Nacional. Perdió puntos contra rivales que no lo superan en casi nada y ese déficit es clave para revertir esa irregularidad que lo condena.
Fuente: Diario de Cuyo