La familia Morales encontró en el mundo de las motos un espacio de unión. Pascual, el más veterano del clan, fue quien comenzó a transmitir la pasión de generación a generación, hasta llegar a la pequeña Francesca. La niña, quien cursará segundo grado de la Primaria, es la última integrante que se sumó a la aventura de acelerar. Se inició en el motocross, a diferencia del resto que está vinculado al motociclismo de velocidad, y se prepara para su primera competición: en La Rioja, con apenas 6 años.
A su corta edad muestra ser una niña muy segura. No duda en decir que su pasatiempo preferido es andar en moto y también asegurar que le puede ganar a chicos y chicas. Apenas tiene un par de entrenamientos encima pero su familia, que conoce muy bien el ambiente, le pone fichas. Su tío Carlos «Dibu» Morales, conocido competidor sanjuanino, es quien la entrena todos los lunes, viernes y domingo en un circuito que improvisaron en el departamento Albardón.
«Está re entusiasmada. Le encanta, me pregunta todos los días cuándo vamos a ir a entrenar. Ahora estamos practicando en un circuito que tiene la familia, donde también lo hacen otros dos sobrinos. Yo estoy trabajando mucho en el taller, pero me hago un tiempo para acompañarla, tiempo que ni siquiera me lo dedico para mí», cuenta entre risas el deportista, protagonista de los últimos GP3 de las Américas que se disputaron en el autódromo El Villicum, en el marco del Superbike Mundial.
Francesca, una niña muy simpática y espontánea, señala que no lleva ni un mes arriba de su moto KTM 50cc. De hecho su familia cuenta que aprendió primero a andar en moto antes que en bicicleta. Los primeros ensayos no fueron fáciles. Incluso sufrió una caída. Sin embargo no se detuvo. El entusiasmo fue más fuerte, además de tener una habilidad innata que la ayudó a mejorar a pasos agigantados. «Al principio tuvo miedo, pero después se le pasó. Hoy estamos asombrados por cómo anda y acelera. En muy poquito tiempo pudo asimilar el aprendizaje, aún sin saber manejar una bicicleta. Es increíble», agrega su abuelo Pascual.
Ahora la deportista se prepara para hacer su debut en las competencias. Aunque todavía no está confirmado, la más chica del clan Morales recibió una invitación para disputar una carrera en La Rioja. «Su participación en el deporte ha revolucionado la familia. Estamos todos muy contentos, porque además lo hace bien, anda fuerte. Veremos qué se viene, sería ideal que tenga roce con otros niños. Pero nos gustaría que tenga más entrenamiento, que aprenda y mejore en los saltos, por ejemplo», agrega el «tata».
Por ahora seguirá enfocada y ligada al motocross, pero confiesa que en un futuro quiere seguir los pasos de su tío Dibu, uno de los representantes sanjuaninos en el motociclismo de velocidad. De hecho toda la familia está ligada a la actividad no sólo en lo deportivo sino también en lo comercial: son dueños de un negocio de venta de repuestos de motos. «Es muy profesional. Come bien saludable, entrena y está siempre súper concentrada. Quiere adquirir experiencia. Nosotros venimos del motociclismo de velocidad, pero tratamos de transmitirle igual nuestros conocimientos para que las cosas le sean más fácil», expresa Dibu.
Fuente: Tiempo de San Juan