“Cuando jugaba al fútbol masculino decían que lo hacía como una nena, pero cuando jugaba con las chicas me decían que era un varón. Los incomodaba mi presencia”. En la intimidad de su casa, la futbolista trans, una de las pocas en el deporte sanjuanino, viaja al pasado y rememora sus comienzos en las canchas, también sus inicios como Luna Olguín. Desde el día que les comunicó a sus padres que no tenían un hijo sino una hija a su primera experiencia un equipo femenino, algo impensado y controvertido en aquellos tiempos. No fue fácil transitar ese camino. El mismo fútbol que la abrazaba, también la cuestionaba.
Luna nació en Alto de Sierra y es parte de una familia trabajadora que tiempo después se mudó a Tierra Adentro, 9 de Julio. Su padre trabajó siempre en una avícola de Rivadavia y su madre es ama de casa. Tiene 4 hermanos, el más chico falleció en un accidente en 2011. Habla de ellos y se emociona, y no deja de mencionar palabras claves que marcaron su vida: el respeto Y la inclusión. “Nunca sufrí discriminación en mi casa, en mi familia siempre respetaron lo que elegí ser”, cuenta.
FUENTE: Tiempo de San Juan