Se armaron para ser protagonistas y los números le dieron la razón. Instituto Atlético Central Córdoba La Laja quiere ser campeón y en esta edición 2020 apostó a ganador. Clasificó cómodo en la Fase Clasificatoria, terminó primero en la Tabla General y hasta que lo frenó la pandemia, era el candidato. Más de 8 meses sin jugar se sienten y hoy, se ven en un plano de igualdad con los otros semifinalistas, pero cuidando un detalle: nunca paró. Acomodándose a las restricciones, el equipo de Martín Uranga empezó a entrenar vía zoom primero, luego en pequeños grupos y a lo largo de estos eternos meses de aislamiento, fueron incluso hasta saliendo a pedalear. Hoy, con 10 días encima de entrenamiento grupal, su entrenador Uranga sabe que se juegan mucho.
«Acá el club hizo una enorme apuesta. Se trajeron nombres con historia incluso de B Nacional y Federal A como Eduardo González, Maxi Herrera, Esteban Rotten, José Gutiérrez, Juan Ruiz, Fernando Gaitan o Silvio Prieto sabiendo que el objetivo era llegar a la máxima instancia».
Mirando la semifinal y por ser un solo partido, Uranga sabe que es sin margen de error: «Es a matar o morir y tiene su riesgo. A nosotros, lo mejor que nos podía pasar es que se juegue en el Bicentenario. Es una cancha donde todo se ve, con excelente piso y dimensiones que permiten desplegar una idea. Estar sin competencia tantos meses afecta pero estamos a la altura del objetivo que se planteó el club. La Copa de Campeones dejó de ser una versión chacarera del fútbol para dar un salto de calidad. Ganó en competitividad y ganarla es un orgullo» cerró el técnico.
Fuente: DIARIO DE CUYO