Un 16 de Junio de 2007, San Martín vencía a Huracán de Parque Patricios por tres a uno y ascendía a Primera División por primera vez en su historia, en una noche fría y repleta de público en el Hilario Sánchez. Brusco y Tonelotto en dos oportunidades los autores de los tantos de aquella noche. Casualmente, en el año del centenario de la institución.
No fue fácil el camino para el equipo conducido por Teté Quiroz (armado por Gustavo Quinteros) por aquel entonces. Un campeonato dividido en apertura y clausura, compuesto por 20 equipos, jugando todos contra todos (jugó 40 partidos en aquella campaña incluyendo la final) para buscar los dos ascensos directos a la máxima categoría mediante los dos primeros lugares de la tabla general de posiciones (sumaban los puntos del apertura y clausura). El tercero jugaba la promoción ante el 18° de Primera División (Huracán), mientras que la otra promoción (Tigre) debía ser resuelto en un mini-reducido con equipos del cuarto al séptimo lugar.
En el apertura, el Verdinegro acumuló 34 unidades (quedó a seis de Olimpo) quedando en la cuarta posición, mientras que en el clausura hizo 35 puntos obteniendo en la quinta posición. Esta perfomance lograda le permitió quedar segundo en la tabla general junto con Huracán –69 puntos– y forzar un partido desempate de ida (en Buenos Aires) y vuelta (en San Juan).
Aquel partido definitorio fue reñido en los dos cotejos, con grandes figuras en el equipo de Parque Patricios como Walter Coyette (quien sería DT del Santo años más tarde), Joaquín «El Bati» Larrivey en la ofensiva y Paolo Goltz en defensa, entre otros. La ida se jugó el 9 de Junio en el Tomas Adolfo Duco, fue victoria para el Globo por la mínima con un exquisito gol de Mauro Milano de tiro libre, donde ponía en duda la chance de los sanjuaninos para la vuelta.
Una semana después, en un contexto ensordecedor por el aliento del público -hubo ambas parcialidades, dato no menor en tiempos actuales- y una gélida tarde-noche en el Pueblo Viejo se esperaba un gran partido bajo el arbitraje del controversial Sargento Giménez. Quiroz puso en cancha a César Monasterio; Sergio Plaza, Ariel Agüero, Sebastián Brusco; Alejandro Gomez, Félix Décima, Mario Pacheco, Facundo Torres; Gabriel Roth; Luis Tonelotto, Lisandro Sacripanti. Desde el inicio, San Martín fue a buscar el descuento en la serie y pudo lograrlo: a los 28 minutos tras una mano de Barrientos en el área, Tonelotto marcó el primer tanto desde los doce pasos. A los 45 llegaba el empate de la visita por Larrivey de cabeza, tras un tiro libre frontal desde la mitad de cancha.
En el complemento venía lo mejor. Ante los embates incesantes por parte del local y Huracán replegado en el fondo –tenía uno menos por la expulsión de Gerardo Solana– tuvo su gran premio: a los 45 Sebastian Brusco marcó el segundo tanto de tiro libre por debajo de la barrera para igualar la serie (2-2) y desatar la alegría en toda la gente que acompañó en aquel encuentro.
Durante el tiempo suplementario (adiciono ocho minutos) San Martín se quedó con uno menos por la expulsión del Gino Laciar por doble amonestación. A los 53, tras un centro casi displicente de Matias García y un mal despeje de la defensa visitante le quedó al infalible goleador Tonelotto para rematar con pierna derecha en el arco norte que da hacia Avenida Circunvalación (en aquel momento era tribuna visitante) y desatar el éxtasis total en toda la gente que fue testigo de aquel «Sanjuaninazo» y tener en nuestra provincia después de muchos años a un representante en la élite del fútbol nacional.
Hoy la realidad vuelve a encontrarlo a San Martín en la segunda categoría, pero con la esperanza intacta de retornar a Primera División cuanto antes sea posible.